Los acúfenos: ¿de dónde vienen esos ruidos molestos en los oídos?

Estos sonidos, también llamados tinnitus, provocan una anormal sensación auditiva que hace creer a la persona que lo oye que proviene del exterior. Si se vuelve repetitivo, puede provocar falta de concentración o ansiedad.

CS
9 junio 2017 | 09:15 h
Los acúfenos: ¿de dónde vienen esos ruidos molestos en los oídos?
Los acúfenos: ¿de dónde vienen esos ruidos molestos en los oídos?
Rara vez una persona no ha escuchado, en algún momento de su vida, ruidos en el oído en forma de zumbido o pitido, sin necesidad de que estos provengan de una fuente de sonido del exterior. De hecho, estas manifestaciones físicas, que son comúnmente llamadas por los profesionales médicos como acúfenos o tinnitus, provocan una sensación auditiva anormal que simula un sonido como si éste fuera real.

La exposición a volúmenes altos de música, una presión arterial alta o tener anemia pueden provocar el desarrollo de este tipo de ruidos en los oídos
Normalmente, estos murmullos o silbidos se expresan de forma leve y suelen durar pocos minutos. No obstante, en ocasiones el ruido persiste haciendo que el sonido se vuelva constante, momento que puede repercutir de manera negativa en la calidad auditiva del paciente. De hecho, algunos estudios apuntan que pueden provocar dificultades como la falta de concentración, ansiedad, problemas a la hora de conciliar el sueño e incluso puede tener consecuencias psicológicas.

A pesar de que se trata de un problema frecuente, los profesionales sanitarios no han coincidido en averiguar las causas concretas de su aparición. Aún así, sí que advierten que representan un síntoma de otro tipo de problemas relacionados con el oído como varios tipos de infecciones, el exceso de cera, la sordera o la llamada enfermedad de Menière, que afecta al oído interno y que se asocia con episodios de vértigo y con la hipoacusia.

Asimismo, existen otras posibles causas que en mayor o menor grado pueden provocar el desarrollo de este tipo de ruidos en los oídos. Por ejemplo, una exposición continua y duradera a volúmenes altos de música, situación que puede ocurrir por acudir a una discoteca, a un concierto o, simplemente, por escuchar música con auriculares. Del mismo modo, los ruidos pueden aparecer por el consumo de café, alcohol o antibióticos, al igual que pueden motivarse por una presión arterial alta, alergia o anemia.

Utilizar objetos que emitan algún tipo de sonido para enmascarar el silencio de la noche es, según los profesionales sanitarios, una de las soluciones para rebajar el problema
Para paliar este tipo de problemas, los profesionales sanitarios recomiendan emplear diferentes utensilios en casa que enmascaren el silencio de la noche, que es el momento en el que más se perciben este tipo de ruidos. Por ejemplo, humidificadores o relojes, que emitan algún tipo de sonido leve. Igualmente, recomiendan dormir con la cabeza ligeramente levantada.

No obstante, existen webs de salud y bienestar como la de Reig Jofré en la que se puede encontrar información y consejos referentes a este problema común. Aún así, los facultativos recomiendan potenciar el cuidado de los oídos y acudir al médico si la situación se agrava.


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