La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) ha publicado esta semana la distribución del gasto de los hogares europeos durante los últimos dos años. De los datos publicados, destaca cómo los hogares españoles destinaron en 2017 un total de 28.172 millones de euros a cuestiones relacionadas con la salud, lo que ha supuesto un incremento superior a los 1.000 millones (un 4% más) con respecto a 2016.
Con respecto a otros países, España ocupa el cuarto lugar. Por delante, se sitúan estados con más población como Alemania (gastaron 84.976 millones de euros), Francia (50.382 millones) o Italia (37.378 millones). Tras España, se ubican el Reino Unido (26.937 millones), Polonia (15.606 millones) y Bélgica (14.103).
Los gastos en salud supusieron un 4,1% del presupuesto de los hogares españoles, más o menos lo que desembolsaron en ropa y calzado (4,4%), mobiliario (4,3%) o bebidas alcohólicas y tabaco (3,6%)
Por otra parte, el informe de Eurostat analiza en qué se gastan los hogares el presupuesto doméstico. En este sentido, los hogares españoles dedicaron a sanidad un 4,1% de sus cuentas durante el año 2017, el mismo porcentaje que se registró en 2016. Se sitúa de esta manera en torno a la media europea.
De todos los departamentos, los españoles desembolsaron la mayoría de su presupuesto (un 21,7%) a gastos relacionados con la vivienda, el agua, la electricidad o el gas. A continuación, los mayores gastos se produjeron en restaurantes y hoteles (16,8%), en comida y bebidas no alcohólicas (12,3%) y en transporte (11,6%).
Los gastos en salud supusieron un 4,1% del presupuesto de los hogares españoles. Es más o menos lo que los ciudadanos destinaron a ámbitos como la ropa y el calzado (4,4%), el mobiliario y menaje del hogar (4,3%) o las bebidas alcohólicas y el tabaco (3,6%). En lo que menos gastaron los españoles durante 2017 fue en comunicaciones (2,6%) y educación (1,8%).