Los neumólogos defienden que no todos los pacientes con asma grave necesitan terapias biológicas

La gravedad del asma se clasifica en función de las necesidades de tratamiento que el paciente requiere para alcanzar el control de los síntomas y la disminución de las exacerbaciones.

Los profesionales sanitarios deben disponer de los conocimientos necesarios para tratar el asma leve, conocer las opciones de tratamiento para el asma grave y las alternativas terapéuticas al asma alérgico
Los profesionales sanitarios deben disponer de los conocimientos necesarios para tratar el asma leve, conocer las opciones de tratamiento para el asma grave y las alternativas terapéuticas al asma alérgico

Debido a que la prevalencia del asma ha aumentado en los últimos años, los neumólogos reunidos en el curso Asmacam, organizado por la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid), han abordado las opciones de tratamiento ante los casos de asma grave antes de iniciar terapias biológicas. "La gravedad se clasifica, tal como especifica la guía GEMA, en función de las necesidades de tratamiento que el paciente requiere para alcanzar el control de los síntomas y de las exacerbaciones", ha aclarado la doctora Celeste Marcos, neumóloga del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) y co-directora del curso.

Por lo tanto, "algunas personas se encuentran bien controladas con múltiples fármacos a dosis altas, sin terapias biológicas, que se plantean solo en los casos de asma grave no controlada". Según el estudio Magic efectuado por el doctor Santiago Quirce en 2011, se constató́ que la prevalencia del asma no controlado es del 3,9% de la población asmática.

"La gravedad se clasifica, tal como especifica la guía GEMA, en función de las necesidades de tratamiento que el paciente requiere para alcanzar el control de los síntomas y de las exacerbaciones"

"Este tipo de paciente, que presenta exacerbaciones frecuentes y cuenta con opciones terapéuticas limitadas, es candidato a tratamientos biológicos con el fin de disminuir la dosis de corticoides orales, que causan importantes efectos secundarios" ha subrayado la doctora Celia Pinedo, neumóloga del Hospital Universitario Clínico San Carlos (Madrid) y también co-directora del curso.

En este sentido, están emergiendo nuevas opciones para tratar aquellos casos de mayor gravedad que permiten mejorar notablemente la calidad de vida de los pacientes. Según la doctora Marcos, los casos de asma mal controlado se pueden tratar con dosis altas de glucocorticoides y agonistas beta adrenérgicos de larga acción que actúan sobre diferentes dianas. Con ello, ha explicado que se consigue disminuir el número de exacerbaciones y controlar la sintomatología, permitiendo a los pacientes realizar actividades diarias sin limitaciones.

TERAPIAS INDIVIDUALIZADAS

Cada vez es más importante determinar el perfil individual de las alteraciones fisiopatológicas predominantes en cada paciente para prescribir el tratamiento más adecuado en cada caso. Los profesionales sanitarios deben disponer de los conocimientos necesarios para tratar el asma leve, conocer las opciones de tratamiento para el asma grave y las alternativas terapéuticas al asma alérgico, tal y como se ha puesto de manifiesto el curso Asmacam.

"Es importante que el personal sanitario siga formándose en asma, ya que el mal control de dicha patología conlleva una peor calidad de vida de los pacientes y un importante gasto sanitario", ha señalado la doctora Pinedo. Por ello, resalta la importancia de esta cita anual para actualizarse sobre los últimos tratamientos y estudios, al mismo tiempo que se ponen en común dudas sobre los diferentes pacientes.

"Es importante que el personal sanitario siga formándose en asma, ya que el mal control de dicha patología conlleva una peor calidad de vida de los pacientes y un importante gasto sanitario"

Si bien hay determinados perfiles de asma más graves, también existen factores externos que agravan la enfermedad, como "la baja adhesión al tratamiento, la exposición a alérgenos, los agentes ocupacionales, patógenos infecciosos, contaminantes, el tabaquismo y diversas enfermedades como el reflujo gastroesofágico", ha resaltado la doctora Marcos.

En este sentido, la especialista ha hecho hincapié en la contaminación urbana y el consumo de tabaco como factores de riesgo en el desarrollo del asma, siendo la exposición pasiva al humo de tabaco especialmente grave en la infancia. Respecto a la polución generada por el tráfico y la producción de energía, ha destacado que el daño oxidativo que se produce en las vías respiratorias lleva a la inflamación, el remodelado y a un aumento de la sensibilización.

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