Los españoles suspenden en salud cardiovascular: sigue siendo una principal causa de muerte

Los problemas cardiovasculares siguen siendo un problema principal de salud pública española, como muestra un nuevo estudio

Doctora con paciente revisando el corazón (Fuente: Freepik)
Doctora con paciente revisando el corazón (Fuente: Freepik)

España presenta la segunda tasa más baja de mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV) de Europa. Con todo, sigue siendo un problema clave de salud pública en el país: el 26,1% de las muertes de 2022 fueron causadas por patologías del sistema circulatorio, con un total de 121.341 fallecimientos. Algo que se debe a que la salud cardiovascular de los españoles es, en general, mala.

Así lo demuestra un reciente estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, que refleja que “una proporción sustancial de los españoles mostraron mala salud cardiovascular”. Los datos de 11.616 personas, de hecho, reflejan que el 13,2% de los participantes a nivel nacional presentaban problemas de salud. “Tras una mediana de 12,9 años de seguimiento, ocurrieron 908 muertes totales y, durante una mediana de 11,8 años de seguimiento, 207 muertes por ECV”.

Más de 3 millones de casos de hipertensión (el 6 % de la población española) no se diagnostican debido a la falta de programas sistemáticos de detección de ECV

La mortalidad, como se comentaba al principio, es baja en el país, algo que se debe a los avances en el abordaje. Sin embargo, lo que los datos reflejan es un fallo en la prevención de estas patologías, así como en la detección precoz. De hecho, se estima que más de 3 millones de casos de hipertensión (el 6 % de la población española) no se diagnostican debido a la falta de programas sistemáticos de detección de ECV y de sus factores de riesgo asociados.

Todo ello desemboca en altas tasas de ingresos hospitalarios. En 2015, los casos de emergencia y hospitalización alcanzaron el 37% (o 3.400 millones de euros) del coste sanitario total de 9.240 millones de euros relacionado con las ECV, mientras que solo el 25 % (o 2350 millones de euros) se gastó en la atención primaria y ambulatoria de las ECV. En 2022, según una revisión publicada en PubMed, tan solo la cardiopatía isquémica supuso costes de hospitalización de 693,8 millones de euros solo en España.

“Tenemos tratamientos óptimos para la enfermedad cardiovascular en todos sus aspectos, pero muchas veces llegamos tarde y por ello es tan importante la formación, concienciación e implementación desde el screening”, en palabras manifestadas durante el acto 'Equal Hearts: adressing Cardiovascular Health disparities in Europe' por la Dra. Clara Bonanad, líder de investigación en Cardiología Geriátrica, dentro del Grupo de Investigación Traslacional en Cardiopatía Isquémica del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia.

RETOS A PESAR DE LA ESTRATEGIA

En 2022, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobó la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) cuyo principal objetivo es actuar sobre los principales factores de riesgo que predisponen a la población a desarrollar estas enfermedades y pone el foco en cuatro patologías concretas: la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca, las valvulopatías y las arritmias.

"Se precisa que España siga apostando por una transición de la atención de estas patologías hacia la prevención"

El plan cuenta con 130 acciones para mejorar la salud cardiovascular. Un documento “fundamental” y de los pocos existentes en Europa, como indica la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia, por sus siglas en inglés) en su análisis ‘Hacia una mejor salud cardiovascular en España’, y que da respuesta a una reivindicación histórica

“Al igual que en la mayor parte de Europa, la gestión de las ECV en España se ha centrado hasta ahora principalmente en el tratamiento —y no en la prevención— de episodios de ECV agudos (tales como infartos de miocardio y embolias)”, señala la institución. Es por ello que "se precisa que España siga apostando por una transición de la atención de estas patologías hacia la prevención".

Para ello la Efpia destaca la necesidad de identificar a las personas en riesgo, recopilar más datos sobre los indicadores de las patologías, realizar una detección temprana, desarrollar y aplicar programas de prevención secundaria multidisciplinarios, y realizar diagnósticos y prevenciones secundarias accesibles y equitativas. “Los esfuerzos están en marcha, pero es importante que España logre la transición de la atención de las enfermedades cardiovasculares centrándose en la prevención, la recopilación de más datos y la equidad”.

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