El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), ha sido el último centro español en incorporar a sus filas a la figura del paciente experto en pos de una atención sanitaria personalizada. Nuevo logro de la humanización, en este caso para facilitar la estancia a los pacientes con síndrome coronario agudo desde el momento de su ingreso. Este servicio no es baladí, ya que se estima que la rehabilitación cardiaca basada en la educación del paciente reduce en más de un 25% la mortalidad por eventos cardiacos. Y, pese a su relativamente reciente implantación, ha demostrado con creces su relevancia en la convivencia con diversas patologías.
Este concepto fue introducido en España en 2006 por el doctor Manuel Serrano y el comienzo del Programa Paciente Experto en la Región de Murcia, y es el término que se le da en castellano al Expert Patient Programme, originario de un curso de autocuidado de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. El programa murciano probó suerte con pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad, alcanzando con éxito a más de 300 pacientes.
Tiempo después se fue implementando en otras comunidades con un concepto similar, como el Programa Paciente Experto Cataluña delInstitut Català de la Salut (ICS) y el Instituto de Asistencia Sanitaria (IAS) para mejorar el autocuidado y calidad de vida. Cumplidos los nueve años, ya ha alcanzado a afecciones como la EPOC, la fibromialgia o la deshabituación tabáquica. El Paciente Activo en el País Vascotambién sigue en proceso de crecimiento y de abordar nuevas patologías. Precisamente este miércoles el Lehendakari Íñigo Urkulluy el consejero de Salud,Jon Darpón, han participado en una sesión del primer taller de formación de monitores para el programa Cuidando mi salud después del cáncer, destinado a personas que han superado un proceso oncológico y a sus cuidadores.
Los e-pacientes son “una nueva fuente de información sobre el cuidado de la salud, manejan su propio cuidado, brindan información a otros basada en su experiencia, ayudan a los profesionales sanitarios a mejorar la calidad de sus servicios y participan en una gran variedad de colaboraciones entre paciente y médico, utilizan las tecnologías de la comunicación e información”
No obstante, no solo se trata de iniciativas de los respectivos gobiernos autonómicos, sino que pueden germinar igualmente de agrupaciones de especialistas y pacientes. Por ejemplo, uno de los proyectos con más actividad es el Programa Mimocardio, al que se ha acogido la reciente experiencia de La Paz y que ha sido impulsado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC). O el más reciente proyecto de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), para el autocuidado de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
MAYOR CONOCIMIENTO, MEJOR MANEJO DE LA ENFERMEDAD
En líneas generales, el objetivo básico de estos programas es la atención de pacientes y sus familiares o cuidadores cuyas enfermedades evolucionan a la cronicidad. El conocimiento por parte del paciente de su propia patología promueve la instauración de comportamientos y conductas saludables que redundan en la mejora de la evolución de su enfermedad. Así, el paciente experto intenta “proporcionar a los pacientes crónicos el apoyo que necesitan para continuar con su vida diaria, ayudar a superar momentos difíciles en su situación personal o familiar y lograr que el paciente se responsabilice de su autocuidado”, tal y como resaltan la SEC y la FEC en su proyecto Mimocardio.
En este sentido, señalan, los e-pacientes son “una nueva fuente de información sobre el cuidado de la salud, manejan su propio cuidado, brindan información a otros basada en su experiencia, ayudan a los profesionales sanitarios a mejorar la calidad de sus servicios y participan en una gran variedad de colaboraciones entre paciente y médico, utilizan las tecnologías de la comunicación e información”.