Medir la “no anorexia” en modelos evidencia una sociedad enferma

Tras la propuesta francesa del control médico a las modelos, en España se lleva al Congreso la propuesta contra las webs “Ana” y “Mía”. ¿Cómo se llega a este extremo?

CS
23 marzo 2015 | 00:00 h
Medir la “no anorexia” en modelos evidencia una sociedad enferma
Medir la “no anorexia” en modelos evidencia una sociedad enferma
“Mis amigas Ana y Mía: porque la comida es como el arte, existe solo para mirarla”. Ese es el eslogan de una página web, una página que no está prohibida (aún) y a la que se puede acceder fácilmente buscando en Internet únicamente “Ana y Mía”, sinónimos de anorexia y bulimia. Las páginas así proliferan en la red, hablan del “thigh gap” o el espacio que las chicas deben tener entre las piernas (unos 15 cm). Porque es una obligación, se convierte en su Padre Nuestro, o como explica a ConSalud.es Juana Martín, presidenta de Adaner, “las chicas se enganchan a estas páginas terroríficas como si no pudieran soltarlas, y puede haber hasta suicidios, porque incitan al suicidio constantemente”.

Las jóvenes que siguen fielmente estas páginas están enfermas, aunque pueden no dar signos de ello a su alrededor. Han convertido sus ideales de belleza en obsesión. Ven en las portadas de las revistas mujeres esbeltas y delgadas, sin un gramo de grasa y quieren ser como ellas. Pero en las revistas no se lee las declaraciones de muchos retocadores gráficos profesionales que cuentan cómo tienen que engordarle las rodillas o eliminar las sombras de las costillas con Photoshop para que no parezcan enfermas.

No todas las modelos son anoréxicas, por supuesto. Pero la presión por la delgadez extrema se palpa en el ambiente. Una joven que mide 1,75 cm y usa una talla 38 está delgada. Sin embargo, habrá agencias que la exigirán una talla menos. Eso supone perder alrededor de 4 kg. ¿Cómo puede una persona que ya está delgada, que probablemente lleve una dieta muy controlada y a la que no le sobra grasa perder esa cantidad de peso? Quizá no le quede más remedio que dejar de comer, o incluso llegar al vómito para ello. Para Juana esto no tiene por qué implicar una anorexia, que es un trastorno para el cual “tiene que haber una predisposición genética”, pero sí pude implicar “desmayos, bajada de potasio, etc.”.

”ESTÁN JUGANDO A LA RULETA RUSA”

Otras modelos sí llegan a obsesionarse y desarrollar esta anorexia debido a las presiones, por lo que “están jugando a la ruleta rusa”. Algunas ya lo han reconocido, como Nieves Álvarez, que llegó incluso a publicar un libro titulado “Yo vencí a la anorexia”. En 2.009 una modelo salió en toda la prensa internacional y no fue por su estilo o belleza. Ana Carolina Reston, de 21 años, murió en plena pasarela. Medía 1,74 metros, pesaba 40 kilogramos y solo comía manzanas y tomates.

¿Por qué se promueve la delgadez extrema como símbolo de belleza? Esta fotografía aparecía en un reportaje de Vogue. La idea era mostrar los músculos tonificados y en forma de Karlie Kloss, de 19 años, a pesar de que la joven medía 1,80 m y sus medidas de torso, cintura y caderas eran 81-58-87. La polémica cubrió a la revista y a la modelo, pero la línea editorial de la revista se defendió diciendo que la modelo tiene un cuerpo “musculoso y con líneas redondeadas”.

Por eso, para definir dónde está la línea entre lo que es enfermo y lo que es saludable, la política ha llevado estas cuestiones al Parlamento. Recientemente en Francia para exigir certificados médicos que no están desnutridas y que su índice de masa corporal es saludable, algo que en Madrid, por ejemplo, ya está establecido en un IMC de 18 puntos. También se ha planteado el cierre y la regulación de las ya mencionadas páginas de “Ana” y “Mía”, algo que en España se acaba de llevar a la esfera política (y no es la primera vez).

En 2009, explica Juana, Adaner promovió una propuesta que se llevó al Senado, y se aprobó, para regular estas páginas web. También en 2011 al Congreso, “y después un pacto social al nivel de la comunidad”. A día de hoy hay una comisión de seguimiento perpetua, que acaba de presentar incluir en un informe el pasado 10 de marzo la anorexia y la bulimia dentro de las webs a regular, donde se encuentra la pornografía y el terrorismo. Sin embargo, “para prohibir estas webs tienen que estar tipificadas como delito. La policía tiene un equipo investigando estas páginas constantemente; las cierran, y las vuelven a abrir. No hay forma, si cierran una y abren 200, es una lucha que no sirve para nada si no tipifican eso como delito y se les castiga”. Solo quedará esperar si se hacen efectivas estas prohibiciones.


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