Las nuevas tecnologías, culpables de nuevas posibles patologías adictivas

Cibercondría, nomofobia, fomo o exhibicionismo en redes sociales son algunas de estas enfermedades aún no reconocidas, que expertos valoran como nuevas manifestaciones de patologías existentes.

CS
3 noviembre 2017 | 12:40 h
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Cibercondría, nomofobia, fomo o exhibicionismo en redes sociales son algunas de estas enfermedades aún no reconocidas, que por lo general suelen manifestarse en conductas que provocan problemas personales.
Cibercondría, nomofobia, fomo o exhibicionismo en redes sociales son algunas de estas enfermedades aún no reconocidas, que por lo general suelen manifestarse en conductas que provocan problemas personales.

La multitud de dispositivos móviles existentes, y los que están por llegar, junto al desarrollo de nuevas aplicaciones que tratan de abarcar cualquier aspecto de la vida cotidiana están provocando que, cada vez con más frecuencia, irrumpan en las consultas médicas nuevos síntomas y posibles enfermedades relacionadas con el uso de la tecnología.

En la mayoría de los casos, estas consultas médicas se refieren a cambios en el comportamiento y conductas adictivas que afectan a la personalidad y en la interacción social. Además, la definición de estas nuevas realidades llevan aparejadas divergencias entre la profesión médica. Mientras hay especialistas que las catalogan como nuevas enfermedades, hay otros por el contrario que prefieren definirlas como nuevas manifestaciones de patologías ya existentes o problemas que se pueden entender desde una perspectiva no médica.

Sea como fuere, “la irrupción de los cambios tecnológicos en la vida diaria de las personas provoca cambios sociales que repercuten en la conducta del individuo”, señala el doctor Carlos Harkous, psiquiatra del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica del Hospital Universitario HM Puerta del Sur.

“Detrás de muchas consultas de psiquiatría se encuentra ya la tecnología"

Cibercondría, nomofobia, fomo o exhibicionismo en redes sociales son algunas de estas enfermedades aún no reconocidas, que por lo general suelen manifestarse en conductas que provocan problemas familiares, de pareja, de aislamiento, laborales o académicos. El doctor Carlos Harkous señala que “detrás de muchas consultas de psiquiatría se encuentra ya la tecnología, sobre todo consultas relacionadas con una supuesta adicción a internet o a videojuegos”. El extremo de esta realidad es el denominado Hikikomori, término japonés que significa encerrarse en uno mismo, y que se da entre adolescentes y jóvenes que a menudo se refugian en la tecnología y se aíslan del mundo de forma radical.

Más común en nuestra sociedad es la cibercondría, término relacionado con la hipocondría que se emplea para describir una obsesión enfermiza por el estado de la salud, que lleva a consultar en internet todo tipo de patologías y síntomas que la persona cree que podría estas padeciendo. Nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil y fomo es el miedo irracional a no estar conectado permanentemente a internet.

El enfoque de tratamiento, en estos casos, reside en “intentar individualizar la evaluación y el tratamiento: entender por qué ocurre un determinado problema antes de darle la categoría de enfermedad o de darle incluso un nombre. No se trata de buscar ‘culpables’ en la tecnología, en la sociedad, en la familia, en el propio paciente o en su ‘cerebro adicto’ sino de comprender cómo todos estos factores se interrelacionan en un caso particular para llegar a desencadenar el síntoma clínico y, a partir de ahí, diseñar un plan de tratamiento que permita afrontar la problemática en cada caso”, afirma el doctor Harkous.

En cambio, otras posibles patologías tienen origen físico como la whatsappitis que consiste en un dolor en el pulgar debido al exceso a la hora de escribir mensajes. Incluso se habla de la hipotética alergia al wi-fi, también conocida como electrosensibilidad, que produciría pérdida de memoria a corto plazo, vómitos, dolores de cabeza, mareos o irritación provocados por la exposición continuada a campos electromagnéticos.

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