La revista científica The Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology ha publicado un estudio en el que queda de manifiesto la muerte de una paciente española en 2015 tras someterse a varias sesiones de apiterapia, una pseudociencia conocida como la acupuntura de las abejas. En dicha investigación participan dos médicos vinculados al Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Se trata del primer fallecimiento demostrado por esta causa.
La apiterapia consiste en la utilización de las sustancias de las abejas, como su veneno, para aliviar determinados trastornos de la salud de una persona, incluidas enfermedades. Este estudio subraya el hecho de que la evidencia científica de este tipo de tratamiento es limitada, por lo que no está probada su eficacia y seguridad.
Los expertos destacan que los riesgos de someterse a la apiterapia pueden exceder de los presuntos beneficios, por lo que la práctica es insegura y desaconsejable
Los investigadores concluyen que los pacientes que se enfrentan a la apiterapia “deben estar completamente informados de sus peligros antes de someterse a ella”. Asimismo, destaca que los riesgos de someterse a la apiterapia “pueden exceder de los presuntos beneficios, lo que nos lleva a concluir que la práctica es insegura y desaconsejable”.
La mujer fallecida, de 55 años, había asistido a sesiones de apiterapia cada cuatro semanas durante dos años y en todo ese tiempo mostró buena tolerancia al tratamiento. Lo recibía para paliar contracturas musculares y estrés y en una de las sesiones la paciente perdió la conciencia inmediatamente después de una picadura de abeja. El estudio detalla que la clínica donde recibía el tratamiento no disponía de los fármacos adecuados. Tras ser trasladada a un hospital, la paciente falleció después de algunas semanas por un fallo multiorgánico.
La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (apetp), formada por médicos españoles, incluye la apiterapia en una lista de terapias pseudocientíficas y señala que estas prácticas no tienen por qué tener valor terapéutico alguno o formar parte del cuerpo de conocimiento médico o científico.