Pacientes, cardiólogos y cirujanos se unen para tratar la estenosis valvular aórtica

Existen dos formas de sustitución valvular aórtica: la sustitución por cirugía abierta y la sustitución por cateterismo, también llamada TAVI.

Gonzalo Pizarro y Enrique Rodríguez, jefes de Servicio de Cardiología y Cirugía Cardiaca de Ruber Juan Bravo (Foto. ConSalud)
Gonzalo Pizarro y Enrique Rodríguez, jefes de Servicio de Cardiología y Cirugía Cardiaca de Ruber Juan Bravo (Foto. ConSalud)
CS
24 enero 2020 | 15:00 h
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La estenosis de la válvula aórtica es la enfermedad cardiaca valvular más frecuente. Su frecuencia aumenta con la edad, llegando a afectar al 3% de la población mayor de 75 años. El aumento de la esperanza de vida en nuestro país ha traído consigo un importante aumento del número de pacientes con estenosis valvular aórtica.

Cuando aparecen síntomas, el pronóstico de la estenosis aórtica severa es peor que el de la mayoría de cánceres, incluso peor que muchos cánceres con metástasis. No existen fármacos que eviten esta alta mortalidad, con lo que la única solución es cambiar la válvula enferma por una prótesis.

Existen dos formas de sustitución valvular aórtica: la sustitución por cirugía abierta y la sustitución por cateterismo, también llamada TAVI. A día de hoy, prácticamente el 100% de los pacientes tienen acceso a la intervención valvular aórtica y son las características de cada casolas que decantan la elección por una u otra vía de tratamiento. Normalmente, la TAVI se realiza por la ingle-acceso femoral, sin embargo, en pacientes especialmente complejos se requieren accesos alternativos como la arteria subclavia.

El pronóstico de la estenosis aórtica severa es peor que el de la mayoría de cánceres, incluso peor que muchos cánceres con metástasis

En este sentido, la TAVI es un procedimiento mínimamente invasivo que requiere la colaboración estrecha entre cardiólogos intervencionistas y cirujanos cardiacos. El Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo es pionero en el desarrollo de un equipo conjunto: Equipo Valvular Ruber JB, en el que ambas especialidades actúan de modo unificado en beneficio del paciente. Desde la pertinencia de la intervención hasta el tipo de intervención a realizar, todas las decisiones son conjuntas y consensuadas entre pacientes, cardiólogos y cirujanos cardiacos. Las intervenciones se realizan ''mano con mano''.

La excelencia en salud viene de la mano de la tecnología. Por ello, el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo cuenta con la ventaja de disponer de la más novedosa tecnología para el tratamiento de los pacientes. De hecho, la TAVI ha contado con el apoyo de la imagen 4D (tridimensional, en tiempo real) del ecocardiógrafo Epiq de Philips para dirigir la intervención y asegurar los mejores resultados.

Así, el implante de una TAVI supone para el paciente una mejoría en su calidad de vida, una mayor seguridad con menor riesgo de complicaciones y un acortamiento de su estancia hospitalaria.

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