La meningitis meningocócica tiene una incidencia baja en España. Según los últimos datos del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de incidencia es de 0,58 casos por cada 100.000 habitantes y se ha incrementado en 0,75 casos/100.000 hab. en los tipos W e Y. España continúa en los primeros puestos del ranking europeo de número de casos de meningitis C.
Así, según los datos del médico especialista en Pediatría, Fernando Álvez González, del Grupo de Investigación Genvip (Genética, Vacunas, Infecciones y Pediatría) España ocuparía el cuarto puesto, por encima de Italia (5º), y por debajo de Reino Unido (1º), Francia (2º) y Alemania (3º).
"Los países donde hay más inmigración y visitantes coinciden en que la tasa es más alta"
La pregunta que este facultativo se hace es por qué en estos países hay más casos que en otros. "En los estados nórdicos hay un menor número, Suecia, Finlandia... Hay una coincidencia que podría merecer una reflexión. En los que hay más incidencia podría deberse a que tienen un mayor trasiego de personas. Es decir, los países donde hay más inmigración y visitantes coinciden en que la tasa es más alta", asegura Álvez González.
Y es como apunta este pediatra gallego "el meningococo se porta en la garganta y la mayor parte de la población es portadora asintomática". La globalización tiene también sus consecuencias epidemiológicas y, por tanto, para la salud de las personas.
ESPAÑA, EN CIFRAS
"En España, entre 1978 y 1979 se registraron 11.000 casos, según consta en el último registro que se tiene, en 2016 se redujeron a 262 casos confirmados", indica Fernando Álvez González. Actualmente, las tasas de incidencia por comunidades autónomas las lideran Navarra, Asturias, Baleares y Galicia. Pero no se sabe el porqué surgen más en un sitio que otros ni cuál es la razón de estas ondas epidémicas.
"Tenemos suerte de que la meningitis C se haya reducido gracias a la vacuna obligatoria en los calendarios de la sanidad pública desde el año 2000. La más frecuente en este momento es la meningitis B para la que hay una vacuna (Bexsero) que todavía no está financiada e incluida en los calendarios vacunacionales. Actualmente, es de libre disposición pero en las farmacias. Se está observando que a medida que se vacunan se están reduciendo los casos pero al no existir una vacunación sistemática es muy difícil controlar la infección", asegura Álvez.
"Los que tuvimos la suerte o la desgracia de vivir aquellos casos en los años 70 y 80 cogimos tal experiencia que eso redundó en un mejor control de la enfermedad"
Tal y como señala este facultativo, la curva de la epidemia es baja en este momento, factor por el que quizás las autoridades sanitarias no han establecido esta vacuna como obligatoria porque consideran que no existe el número de casos suficientes dentro de los estándares que tienen en cuenta para tomar este tipo de decisiones. Eso sí, este pediatra ya jubilado insiste en la necesidad de prevención y del tratamiento mediante el diagnóstico precoz. "Los que tuvimos la suerte o la desgracia de vivir aquellos casos en los años 70 y 80 cogimos tal experiencia que eso redundó en un mejor control de la enfermedad. El diagnóstico precoz es muy importante para facilitar un tratamiento adecuado, las horas son claves", advierte Fernando Álvez.