Los programas de neurorrehabilitación tras un ictus, fundamentales para mejorar la calidad de vida

El Hospital Universitario Ruber Juan Bravo pone en marcha un programa de neurorrehabilitación para pacientes que hayan sufrido un ictus.

Unidad de Ictus en el Hospital Ruber Juan Bravo (Foto. Hospital Ruber Juan Bravo)
Unidad de Ictus en el Hospital Ruber Juan Bravo (Foto. Hospital Ruber Juan Bravo)
CS
18 abril 2024 | 13:55 h

El ictus es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en la población general en España. Los datos registran cada añomás de 100.000 episodios de ictus en nuestro país. En adición, según los datos de la Federación Española de Daño Cerebral Adquirido (FEDACE) en España vivenmás de 435.400 personas con daño cerebral adquirido. Además, más del 80% de los casos tienen su origen en un ictus, por delante de los traumatismos craneoencefálicos y otras causas.

El Dr. Rafael Arroyo, Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, señala que “hemos conseguido ofrecer una atención inmediata, que resulta esencial para mejorar el diagnóstico y reducir el riesgo de secuelas, asegurando una asistencia urgente las 24 horas; ahora damos un paso más ofreciendo un servicio de neurorrehabilitación durante la estancia hospitalaria”.

“La rehabilitación es esencial para facilitar la recuperación después de un ictus”, afirma el Dr. Jaime González-Valcárcel, Coordinador de la Unidad de Ictus. Esto se debe a la disminución de la mortalidad y mejora de la funcionalidad, y la calidad de vida de pacientes, con independencia de la edad, la cronicidad o la gravedad inicial.

Cabe destacar que, la neurorrehabilitación puede aplicarse tanto en ictus isquémicos como hemorrágicos y puede mejorar el pronóstico funcional incluso meses después de un episodio de ictus. Durnate el proceso de rehabilitación hay tres factores fundamentales que condicionan su eficacia: el tiempo transcurrido desde el episodio hasta el inicio de la rehabilitación, la duración y la intensidad del tratamiento.

PROGRAMA DE NEURORREHABILITACIÓN

En ese sentido, se considera que iniciar el tratamiento en el período comprendido entre 3 y 30 días desde el episodio tiende a implicar un mejor pronóstico y a una menor estancia hospitalaria. Esto se aplica tanto para casos moderados como severos. De cualquier manera,  el tiempo máximo estimado desde el ictus al inicio de rehabilitación no debería superar las tres semanas en ictus moderados y cuatro semanas en casos severos.

De cara a la duración de la rehabilitación, hay que tener en mente que no todos los déficits se van a tratar igual: Un ejemplo son los déficits cognitivo-conductuales y las dificultades de participación e integración, que usualmente requieren mayor tiempo de intervención que los déficits motores o los de la función y actividad. No obstante, tras el alta del programa suele ser recomendable mantener controles periódicos para detectar posibles complicaciones o cambios en la autonomía funcional. Así como mantener un programa de actividades físico-deportivas y recreativas adaptadas a cada caso.

En cuanto a la intensidad del tratamiento, las guías de práctica clínica existentes recomiendan al menos entre 45 y 60 minutos de cada modalidad de terapia específica. Estas incluyen: logopedia, terapia ocupacional, neuropsicología…etc, hasta tres horas al día, cinco días por semana.

Concretamente, el programa de neurorrehabilitación que se ha puesto en marcha en el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo se compone de logopedia, terapia ocupacional y neuropsicología.

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