La oclusión de la arteria central de la retina (OACR) es una emergencia ocular que se presenta como una pérdida de visión brusca, profunda e indolora y que se debe a un trombo que obstruye la arteria principal de la retina. Es el análogo ocular del ictus cerebral. Se trata de una enfermedad poco prevalente y, por tanto, poco conocida, que en la mayoría de los casos provoca una pérdida de visión permanente irreversible si no se actúa antes de las 6 h de la presentación de los síntomas. Detectarla a tiempo es, pues, indispensable.
Con este objetivo, en abril de 2018 se creó en el Hospital Germans Trias un protocolo de atención urgente a este tipo de ictus, el Código Ictus Retina, en el que participan profesionales de los Servicios de Oftalmología, Neurología, Radiología, Neurointervencionismo y Urgencias. La acción coordinada de estos servicios permite hacer un diagnóstico rápido y administrar tratamiento trombolítico para intentar recuperar la visión y mejorar, así, la calidad de vida de los pacientes.
"Cuando un paciente llega a Urgencias con una pérdida repentina de visión profunda e indolora monocular se considera una emergencia médica", explica Susana Ruiz-Bilbao, retinóloga del Servicio de Oftalmología. "Nuestro servicio realiza el diagnóstico y rápidamente activa el Código Ictus Retina. El equipo de Neurología solicita entonces una prueba de neuroimagen para valorar la circulación cerebral y, si es necesario, indica un tratamiento para restaurar el flujo sanguíneo en el ojo ", continúa.
Desde la puesta en marcha del Código Ictus Retina 11 pacientes han recibido atención dentro de las 6 primeras horas
Tal como se ha demostrado en el ictus cerebral, el tratamiento fibrinolítico por vía intraarterial o intravenosa tiene como objetivo deshacer el trombo que provoca la obstrucción y recuperar el flujo sanguíneo en el ojo. Es un tratamiento poco extendido, que si se realiza a tiempo, puede facilitar la recuperación visual.
"Hemos detectado que este tipo de patología puede pasar desapercibida en algunos centros de urgencias generales y no tratarse correctamente, por eso creemos que es importante insistir en la detección temprana de los síntomas y la necesidad de solicitar atención médica inmediata", confirma Natalia Pérez de la Ossa, coordinadora de la Unidad de Ictus de Germans Trias.
La OACR es una enfermedad poco prevalente ya que se estima que ocasiona una de cada 10.000 visitas oftalmológicas urgentes. Sin embargo, la prevalencia podría ser incluso más elevada según los datos recogidos en el área Metropolitana Norte. Desde la apertura de las Urgencias de Oftalmología en Germans Trias, el 14 de noviembre de 2017, se han diagnosticado 34 pacientes con ictus de la retina (de las 50.000 urgencias oftalmológicas atendidas durante este periodo).
Desde la puesta en marcha del protocolo, se ha podido activar el Código Ictus Retina en un total de 11 pacientes gracias a que vinieron a Urgencias dentro de las primeras 6 h desde el inicio de los síntomas. De estos, se administró el tratamiento fibrinolítico a un total de 7 pacientes, de los cuales un 50% recuperó la visión.
El protocolo Ictus Retina permite también completar el estudio etiológico de estos pacientes de forma preferente
"Nuestros últimos retos son fomentar la información para lograr que más pacientes lleguen al hospital dentro de las 6 primeras horas, así como reducir los tiempos intrahospitalarios, desde que el paciente llega al hospital hasta la administración del tratamiento ", explica Alejandro Bustamante, médico especialista de la Unidad de Ictus y continúa: "en nuestra experiencia, estas enfermedades han sido diagnosticadas en 11 pacientes, que actualmente recibirán tratamientos específicos de prevención secundaria para evitar nuevos eventos vasculares ".
El protocolo Ictus Retina permite también completar el estudio etiológico de estos pacientes de forma preferente, "lo que ha permitido diagnosticar una causa subyacente tratable en muchos casos. Este hecho es importante, porque estas mismas causas ponen al paciente en un riesgo elevado de sufrir un ictus, como puede ser el caso de la estenosis carotidea o la fibrilación auricular. De hecho, se ha descrito que los pacientes con OACR tienen un riesgo del 24% de presentar un ictus en el mes posterior al evento", concluye Bustamante.