Reducir las desigualdades del VIH, clave para avanzar en el control definitivo de la epidemia

Si la comunidad internacional logra cumplir sus objetivos, para 2030 se habrán evitado 3,6 millones de nuevas infecciones por el VIH.

Prueba del VIH (Foto. Comunidad de Madrid)
Prueba del VIH (Foto. Comunidad de Madrid)
Patricia Merino - Redactora
17 diciembre 2021 | 13:05 h
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Reducir las desigualdades que fomentan la epidemia del VIH y el sida y poner a las personas en el centro es una necesidad imperiosa para avanzar en el control definitivo de la epidemia y terminar con el estigma y la discriminación que padecen todavía muchas personas que viven con VIH en el mundo.

Durante la última edición de los Webinar ''VIH es 2.0: Ir más allá de la indetectabilidad'', titulado Estrategias de respuesta al VIH, César Antonio Núñez Zúñiga (UNAIDS) se refirió al Estrategia Mundial contra el sida 2021-2026 como un marco de ''acción transformador para reducir estas desigualdades antes de 2025 e involucrar a todos los países y todas las comunidades para acabar con el sida antes de 2030''.

Dicho marco, comentó, tiene cuatro áreas de prioridad estratégica: maximizar el acceso equitativo e igual a los servicios y soluciones para el VIH, a través de la prevención y tratamiento; romper barreras para lograr resultados contra el VIH, actuando con la comunidad; y financiar plenamente y sostener respuestas eficientes contra el VIH, e integrarlas en sistemas de salud, protección social, entornos humanitarios y las respuestas a pandemias.

En este sentido, destacó la declaración política alcanzada en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las ONU sobre el sida del pasado mes de junio que contempla una serie de objetivos nuevos y ambiciosos. ''Si la comunidad internacional logra cumplir sus objetivos, para 2030 se habrán evitado 3,6 millones de nuevas infecciones por el VIH y 1,7 millones de muertes relacionadas con el sida''.

Los objetivos estratégicos son cuatro: prevención combinada de VIH y otras ITS, diagnóstico precoz y promoción del tratamiento temprano, manejo de la cronicidad y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH

El experto de ONUSIDA destacó el hecho de que Estados miembros se comprometieran a aumentar sus aportaciones y financiar totalmente la respuesta al sida. Esto se traduce recursos para los facilitadores sociales, incluyéndose aquí la protección de los derechos humanos, la reducción del estigma y la discriminación. ''Los recursos y la distribución de los mismos son esenciales para avanzar en la buena dirección'', aseguró.

Julia del Amo, directora de la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, desglosó las principales líneas de actuación del Plan De Prevención y Control de la Infección por el VIH y las ITS 2021-2030 en España. ''Este plan incorpora todas las recomendaciones de la declaración política y que por primera vez aspira a la eliminación del VIH como problema de salud pública para el año 2030'', apostilló.

Del Amo reconoció que este Plan, el quinto que se presenta en nuestro país, es la continuidad de planes previos, pero es ambicioso porque, ''reconociendo que estamos en un escenario de eliminación'' también ''somos muy conscientes de que teníamos que integrar la prevención y el control de las otras infecciones de transmisión sexual que nunca han tenido acciones diferenciadas dentro de los planes estratégicos''.

Los objetivos estratégicos son cuatro: prevención combinada de VIH y otras ITS, diagnóstico precoz y promoción del tratamiento temprano, manejo de la cronicidad y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH.

Y todo ello, dijo, con unos enfoques transversales: ''derechos, género, situación migratoria y diversidad sexual;de determinantes sociales de la salud, y de participación comunitaria y acciones basadas en la evidencia científica y la innovación''.

El experto de ONUSIDA destacó el hecho de que Estados miembros se comprometieran a aumentar sus aportaciones y financiar totalmente la respuesta al sida

Del Amo explicó que ''los principios rectores del plan son la cobertura universal de la salud y la equidad'', al igual que se propone en la declaración de ONUSIDA. El Plan tiene diferentes estrategias dirigidas tanto a la población general como acciones dirigidas a las poblaciones vulnerable y, lógicamente, ''diferenciadas por edad''.

Ramón Espacio, de CESIDA, que habló de la visión comunitaria puso el dedo en la llaga. ¿Y los recursos? ''Nos cuesta hablar de dinero y necesitamos más apoyo porque se pueden hacer más cosas''.

En este sentido, Del Amo se refirió a las herramientas para la implementación de estas acciones y enumeró la necesidad de subvenciones a entidades de cualquier titularidad sin ánimo de lucro que realizan proyectos para la prevención y control de la infección por el VIH y el sida.

Espacio no solo reclamó ''más recursos materiales y económicos'', sino que también habló de la necesidad de contar con ''más profesionales de todos los ámbitos para poder optimizar el uso de los recursos y poner en marcha la hoja de ruta''.

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