Casi tres millones de personas sufren EPOC en España

Con la llegada del frío los especialistas recuerdan que se agravan los síntomas de la enfermedad. La patología provoca en todo el país más de 15.000 muertes al año.

CS
8 noviembre 2017 | 11:23 h
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Dejar el tabaco es el primer paso que el paciente con EPOC debe dar si quiere prevenir la aparición de agudizaciones.
Dejar el tabaco es el primer paso que el paciente con EPOC debe dar si quiere prevenir la aparición de agudizaciones.

Con la llegada del invierno, la bajada de las temperaturas y la aparición de infecciones virales como la gripe provocan que el paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) afronte los peores meses del año, en los que se registra un pico importante de agudizaciones. Novartis pone de relieve la importancia de la prevención en este contexto, así como la recomendación de un seguimiento continuado e intensivo del paciente especialmente durante esta época.

La EPOC dificulta la respiración, con síntomas que impactan de forma importante la calidad de vida de los pacientes, limitando las actividades cotidianas y disminuyendo la movilidad. En España, esta patología, que afecta a unos 2,7 millones de personas, provoca más de 15.000 muertes al año. A nivel mundial, la EPOC es la tercera causa de muerte. En este sentido, las exacerbaciones suponen uno de los mayores factores de riesgo.

“No todas las exacerbaciones son iguales, ya que hay algunas producidas por infección vírica o bacteriana, otras que pueden deberse a la polución o a reacciones de tipo alérgico y otras que no tienen una evidencia clara"

Se trata de episodios de agravamiento de la enfermedad que provocan un aumento repentino de los síntomas, como la tos con expectoración o la dificultad respiratoria, ocasionando a los pacientes estrés, ansiedad y un fuerte deterioro de su calidad de vida. Las exacerbaciones constituyen el motivo más frecuente de visitas médicas, así como de consultas a urgencias e ingresos hospitalarios, reportando unas cargas y costes sanitarios notables. En consecuencia, la prevención supone el objetivo primario en la gestión de la EPOC, tanto para mejorar el estado de salud de quienes la padecen como para preservar los recursos sanitarios.

El doctor José Luis López-Campos, neumólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, determina que “no solamente los trabajos epidemiológicos demuestran que en las épocas de invierno aumentan las agudizaciones, sino que la experiencia clínica de los propios profesionales evidencia que esta enfermedad crónica empeora y con frecuencia provoca dificultad respiratoria en esta época del año”. “Además, en invierno los virus que se propagan son los principales responsables de la mayoría de las afecciones del paciente con EPOC, que precisamente son de naturaleza infecciosa. Además de las bajas temperaturas, influyen aspectos como una mayor concentración contaminante en la atmósfera”, indica.

Según este especialista, “no todas las exacerbaciones son iguales, ya que hay algunas producidas por infección vírica o bacteriana, otras que pueden deberse a la polución o a reacciones de tipo alérgico y otras que no tienen una evidencia clara. En función del tipo, las exacerbaciones deben tener un tratamiento distinto”. A la hora de abordarlas, “saber identificarlas adecuadamente y a tiempo, conocer la gravedad de la exacerbación, para lo que tenemos diversas variables clínicas que nos pueden ayudar, y averiguar, en concreto, el tipo de exacerbación, son los tres factores esenciales que el especialista debe controlar”, afirma el experto.

DEJAR DE FUMAR, CLAVE PARA EVITAR AGUDIZACIONES 

Dejar el tabaco es el primer paso que el paciente con EPOC debe dar si quiere prevenir la aparición de agudizaciones. El doctor Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, asegura que, además, existe una fuerte correlación entre el hábito de fumar y la incidencia de comorbilidades graves: “la comorbilidad cardiovascular es muy frecuente en los pacientes con EPOC, porque la mayoría son fumadores y presentan mayor riesgo”. Además, explica el especialista, “existe el condicionante de que los pacientes desarrollan poca actividad física, por lo que pierden masa muscular y forma física, entrando en una espiral de menor actividad y peor calidad de vida, lo que conlleva peores indicadores de la enfermedad y menor supervivencia”.

El doctor López-Campos refrenda la importancia de que el paciente con EPOC abandone el hábito de fumar, ya que “sabemos que el tabaco es el principal factor de riesgo para desarrollar una enfermedad como la EPOC, porque contiene grandes cantidades de toxinas, de las cuales más de 90 son consideradas cancerígenas. El tabaco contiene moléculas que impiden al pulmón funcionar correctamente y esto favorece la inflamación, particularmente en el paciente con EPOC".

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