Una medicina más personalizada, clave para el abordaje de la acromegalia

Durante una de las jornadas del 59º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen), los participantes han puesto en común sus experiencias con las nuevas opciones de tratamiento de la acromegalia .

CS
24 octubre 2017 | 15:59 h
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La acromegalia es una enfermedad crónica y debilitante, que afecta a unas 60 personas por cada millón a nivel global, presentando una incidencia anual de 3 a 4 nuevos casos por cada millón de personas.
La acromegalia es una enfermedad crónica y debilitante, que afecta a unas 60 personas por cada millón a nivel global, presentando una incidencia anual de 3 a 4 nuevos casos por cada millón de personas.

Novartis ha reunido a expertos en endocrinología y nutrición en el simposio satélite ‘Hacia la medicina personalizada en acromegalia’ para reflexionar sobre los últimos avances y el futuro en el manejo de la patología. Durante el encuentro, enmarcado en el 59º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen), los participantes han puesto en común sus experiencias con las nuevas opciones de tratamiento de la acromegalia y debatido sobre el papel de los marcadores en la predicción de la respuesta terapéutica. En palabras de la doctora Eva López, directora médica de Novartis Oncology, “para nosotros es una prioridad impulsar encuentros como este simposio que fomentan la transferencia del conocimiento entre los expertos y favorecen la mejora del abordaje de la acromegalia.

La reunión ha contado con la participación de la doctora Cristina Lamas, endocrinóloga del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, y del doctor Manel Puig Domingo, director y profesor de endocrinología del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud Germans Trias i Pujol, quienes han coincidido en que en el abordaje de la acromegalia debe avanzar hacia una medicina cada vez más personalizada y para ello es fundamental mejorar la predicción de la respuesta a los distintos tratamientos.

La acromegalia es una enfermedad crónica y debilitante, que afecta a unas 60 personas por cada millón a nivel global, presentando una incidencia anual de 3 a 4 nuevos casos por cada millón de personas. En la mayoría de los casos, los pacientes desarrollan un tumor benigno (no canceroso) en la glándula hipofisaria, causa de una producción excesiva de GH y, finalmente, del IGF-1 en el organismo . Estas alteraciones pueden provocar acromegalia, ocasionando el agrandamiento de manos, pies, rasgos faciales y órganos internos. Además,en el caso de aquellos en los que no se logra un control bioquímico completo de la enfermedad, pueden producirse consecuencias graves para la salud como enfermedad cardiaca, hipertensión, artritis o cáncer. Precisamente, una de las principales complicaciones asociadas al manejo de la acromegalia deriva del alto riesgo de comorbilidades, que exige un correcto control de la enfermedad para mantener la calidad de vida y reducir la mortalidad.

La mortalidad en los pacientes con acromegalia supera en tres veces la observada en la población normal

Tal y como señala el Dr. Manel Puig, “el paciente con acromegalia no controlada tiene una mortalidad más elevada, fundamentalmente en relación con la patología cardiovascular y tumoral, y una carga de diversas comorbilidades que condicionan una calidad de vida mermada”. La mortalidad en los pacientes con acromegalia supera en tres veces la observada en la población normal. Lo que conlleva una reducción del promedio de la esperanza de vida de estas personas en aproximadamente 10 años. Sin embargo, el doctor Puig señala que “un buen control de la hipersecreción de hormona de crecimiento permite igualar la tasa de mortalidad a la población general”.

Actualmente el abordaje terapéutico de la acromegalia se basa en “la cirugía por vía transesfenoidal, como el tratamiento de primera elección. Pero, para aquellos pacientes en los que la enfermedad persiste o reaparece tras la cirugía existen distintos fármacos que bloquean los efectos del exceso de la hormona. Estos tratamientos se han ido ensayando de manera sucesiva en el mismo paciente hasta dar con el más efectivo”, indica la doctora Cristina Lamas.

Sin embargo, la endocrinóloga afirma que “la comunidad científica lleva tiempo intentando identificar qué factores permiten predecir la respuesta de un paciente concreto a los distintos tratamientos, eligiendo así de entrada la opción terapéutica que mejor vaya a funcionar en cada caso”. A este respecto, el doctor Puig destaca el papel de los marcadores, cuyo conocimiento permite adelantar el diagnóstico de la enfermedad, mejorar la predicción de la respuesta terapéutica y avanzar hacia una medicina cada vez más personalizada. Esto es especialmente importante teniendo en cuenta que “aproximadamente el 60% de casos de acromegalia presentan una respuesta incompleta o débil al tratamiento con los fármacos de primera línea, es decir, a los análogos de la somatostatina”.

Para concluir, el doctor Puig ha reflexionado sobre los retos a los que se enfrentan los especialistas en el manejo de la enfermedad. Así asevera que deben seguir avanzando en “la formulación y validación de marcadores de respuesta terapéutica, que nos permitan un tratamiento más personalizado, predictivo y temporalmente más eficaz”. Además, el doctor pone de manifiesto la importancia de “abrir la puerta a la llegada de nuevos tratamientos capaces de mejorar el control de la enfermedad” y apuesta por “la creación y acreditación de unidades clínicas súper especializadas que concentren expertise en diagnóstico, manejo farmacológico, tratamiento quirúrgico y también en investigación”.

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