Test de vuelo, la prueba poco conocida y necesaria para los personas con patologías respiratorias

A pesar del gran número de pacientes con enfermedades respiratorias, y de que se trata de una prueba relativamente simple, son muy pocos los que solicitan realizarse un test de vuelo

Viajero en avión (Foto: Pixaby)
Viajero en avión (Foto: Pixaby)

Las vacaciones ya están aquí, y millones de personas deciden viajar en aerolíneas comerciales para llegar a su destino deseado. A primera vista, esto no supone ningún problema, pero puede entrañar un riesgo importante para aquellas que tienen una patología crónica respiratoria o cardiaca.

Cuando ponemos rumbo a nuestro destino en un avión a una altitud de aproximadamente 10.000 metros y a una velocidad de crucero de casi mil kilómetros por hora, nos encontramos en una atmósfera artificial. Un avión de pasajeros, es una como una cabina presurizada, que al mismo tiempo está enriquecida con oxígeno. Pero la atmósfera en la cabina presurizada no equivale del todo a lo que están acostumbradas la mayoría de las personas, que suelen vivir en altitudes de las que normalmente estamos acostumbrados.

Esta presión atmosférica permite que el ser humano que pueda absorber el oxígeno suficiente a través de los pulmones para que el abastecimiento esté asegurado casi al 100%.

Con el test de simulación hipóxica se puede saber en qué condiciones se encontraría un enfermo respiratorio o cardíaco ante niveles más bajos de oxígeno de lo que nos corresponde

Cuanto más alto sube un ser humano, más baja es la presión atmosféricamás dificultades va a tener el pulmón, al igual que al corazón, para absorber suficiente oxígeno del aire, simplemente porque la presión atmosférica no es la equivalente a la del nivel habitual.

Aunque las personas pueden entrenar su cuerpo para adaptarse a una presión atmosférica baja, por ejemplo, el hombre que llegó sin aparato de oxígeno a la cima del Everest, el viajero normal no suele tener esta habilidad, y mucho menos alguien con enfermedades crónicas respiratorias.

Por eso, se recomienda a estos enfermos a realizar un “test de vuelo”, o como lo llaman los profesionales sanitarios, un test de simulación hipóxica, con el que podemos saber en qué condiciones se encontraría un enfermo respiratorio o cardíaco ante niveles más bajos de oxígeno de lo que nos corresponde.

A pesar del gran número de pacientes con enfermedades respiratorias, y de que se trata de una prueba relativamente simple, son muy pocos los que solicitan realizarse un test de vuelo

El Doctor Eusebi Chiner, neumólogo y director de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ Pacientes), explica cómo funciona este proceso: “En el aire ambiente tenemos una concentración de oxigeno del 21%. El resto es nitrógeno en pequeñas cantidades de CO2. Cuando estamos a la altura de cabina o tenemos una equivalencia de un 15% de oxigeno. Entonces de lo que nos encargamos en los laboratorios con el test de vuelo, es hacer que el paciente respire a través de una bombona, con una concentración de oxigeno del 15%”.

Aunque esta prueba es beneficiosa para los pacientes con estos problemas, “normalmente se realiza poco”. “Aunque esta prueba es la más práctica y lo más recomendable, este tipo de examen no está en muchos laboratorios, quizá por la complejidad que supone”, comenta el Dr. Eusebi.

Por eso, hay otras formas de conocer si siendo un paciente con problemas respiratorios o cardiovasculares se corre algún riesgo volando en avión. “Lo normal es consultar al médico y realizar estimaciones de cómo está la función pulmonar, realizar una gasometría, y si es preciso, aplicar ecuaciones matemáticas que son bastante exactas para conocer estos riesgos. También se suele estimar mediante la pulxiosimetria, pero es mucho más imprecisa”.

UNA PRUEBA DESCONOCIDA

A pesar del gran número de pacientes con enfermedades respiratorias, y de que se trata de una prueba relativamente simple, son muy pocos los que solicitan realizarse un test de vuelo.

La razón es que no son conscientes de los riesgos que puede entrañar viajar en altura y desconocen la existencia de este tipo de exámenes médicos.

Para algunos pacientes es necesario que lleven oxígeno durante el vuelo

Ante esto, son bastantes los peligros los que se correrían si no se consultara con el médico. Si nos centramos en la hipoxemia, podría llegar a provocarinsuficiencia respiratoria, caracterizada por la pérdida de conciencia, desorientación, irritabilidad, cisnea o incluso los riñones y el corazón pueden dejar de funcionar bien.

Un paciente hipoxemico, además, puede descompensarse durante el vuelo “y no se da cuenta, pero al bajar del avión tienen que ir directamente al hospital porque están descompensados”, explica el neumólogo.

¿QUIÉN PUEDE HACERSE ESTA PRUEBA?

Está claro que esta prueba no es apta para todo tipo de pacientes, y es que los profesionales solo la recomiendan para aquellos que tengan “una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, sobre todo con fibrosis pulmonar con hipertensión pulmonar; pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva y pacientes que tienen el síndrome hipoventilación asociada con la obesidad”, cuenta el Dr. Eusebi.

Aún así, el Dr. Eusebi recomienda a los paciente con este tipo de enfermedades que “antes de que realicen un viaje en avión, sobre todo lo vuelos continentales que vuelan a mas altura, deben de ser valorados por un médico o neumólogo para valorar la necesidad de llevar oxigeno durante el vuelo. De manera orientativa un paciente que tuviera niveles de saturación por debajo del 92% es probable que necesite oxigeno durante el vuelo”.

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