Úlcera de Buruli, la enfermedad crónica discapacitante que afecta a la piel, y a veces, al hueso

La bacteria que causa la úlcera de Buruli proviene de la misma familia de la tuberculósis y la lepra. Si no se trata a tiempo puede ser muy discapacitante.

Urgencias de un hospital  (foto freepik)
Urgencias de un hospital (foto freepik)
8 febrero 2024 | 18:10 h

El pasado martes el diario El País relataba la historia de Patricia Casas, una bióloga española que contrajo en Perú una enfermedad poco frecuente y muy difícil de diagnosticar: la úlcera de Buruli. Tan difícil fue detectar esta enfermedad que Patricia estuvo meses sin saber qué le estaba pasando. Lo que se inició como una pequeña herida en el brazo acabó siendo una úlcera de 12 centímetros de diámetro que abarcaba toda la parte superior del brazo, la que va desde el codo hasta el hombro. Durante esta odisea, la española ha estado tomando dos años antibióticos, ha sufrido efectos secundarios en el hígado o sordera, y se ha tenido que someter a varias cirugías. 

El ejemplo de Patricia nos indica la importancia de conocer los síntomas y signos de la infección. El agente causante es una bacteria llamada Mycobacterium ulcerans, que segrega una toxina que daña la piel y que proviene de la misma familia de la tuberculosis y la lepra. Los primeros síntomas son un hinchazón indoloro y un endurecimiento o inflamación de los brazos, piernas o incluso la cara. La enfermedad, en sus primeros días, no causa dolor ni tampoco fiebre. En ausencia de tratamiento, incluso con antibióticos, en apenas un mes esas inflamaciones se pueden convertir en úlceras. Según la OMS existen hasta tres tipos de esta enfermedad en función de su gravedad: cuando la lesión es de menos de cinco centímetros, cuando es entre 5 y 15 centímetros y, por último, cuando la úlcera supera los 15 centímetros de diámetro

LA MAYORÍA EN EXTREMIDADES SUPERIORES

Las lesiones suelen aparecer en en las extremidades inferiores en más de la mitad de los casos (55%), seguido de extremdidas superiores (35% de los casos) y una de cada diez en otras partes del cuerpo. A la hora de diagnosticar la úlcera de Buruli es primordial no confundirlo con otras causas que pueden provocar úlceras como la diabetes o la insuficiencia arterial. 

En ausencia de tratamiento, incluso con antibióticos, en apenas un mes esas inflamaciones se pueden convertir en úlceras

Una vez conocidos los síntomas es fundamental también saber los métodos de diagnóstico y las pruebas que los profesionales sanitarios pueden realizar para detectar la bacteria Mycobacterium Ulcerans. Sobre todo en los primeros días es fácil confundir los síntomas con la picadura de un insecto o con forúnculos, lipomas, gangliones, tuberculosis ganglionar, nódulos de oncocercosis o afecciones fúngicas subcutáneas.

Según la Organización Mundial de la Salud para confirmar la úlcera de Buruli hay cuatro métodos: reacción en cadena de la polimerasa (RCP) con detección de la secuencia IS2404, microscopía directa, histopatología y cultivo. Es difícil su identificación porque es complicado su cultivo. Las condiciones idóneas para el crecimiento de la bacteria son una temperatura de entre 29 °C y 33 °C y una baja concentración de oxígeno (2,5%).

La dificultad para confirmar esta enfermedad llevó a la OMS en 2022 a publicar un documento con la finalidad de animar a las empresas que a fabricaran pruebas de diagnóstico adecuadas: "Si se dispone de un tratamiento oral sencillo para la úlcera de Buruli, una prueba rápida que permita confirmar el diagnóstico con prontitud haría más fácil el tratamiento a tiempo de la enfermedad", señalaba. 

¿CÓMO SE TRATA?

Como hemos advertido en líneas anteriores el antibiótico puede ser insuficiente. La OMS publicó en 2012 un manual de tratamiento que combina antibióticos con productos complementarios. El tratamiento recomendado en la actualidad, que reposa en las conclusiones de un estudio reciente, es una combinación de rifampicina (10 mg/kg una vez al día) y claritromicina (7,5 mg/kg dos veces al día). El tratamiento dura ocho semanas aunque en algunos casos se puede reducir la hospitalización con intervenciones o injertos en la piel. 

Las condiciones idóneas para el crecimiento de la bacteria son una temperatura de entre 29 °C y 33 °C y una baja concentración de oxígeno (2,5%)

Cuando la úlcera se detecta tarde y la curación se complica, la discapacidad que genera es mayor, por lo que el paciente tendrá que recurrir a fisioterapia y a una larga rehabilitación. 

¿CÓMO SE TRANSMITE?

Además de la dificultad de detectar los síntomas y signos de la úlcera de Buruli, también es complicado prevenirla y controlarla. ¿Por qué? Porque se desconce el método de transmisión. Desde la OMS apuntan a que la vacuna con BCG  (Bacilo Calmette-Guérin) podría dar algo de protección. Con tan poco conocimiento, el control se basa en dos pilares: la detección precoz y el tratamiento antibiótico.

Los casos notificados en los últimos años se sitúan hasta en 33 países de África, América (como el de Patricia Casas en Perú), Asia y el Pacífico Occidental. La gran mayoría fueron en regiones tropicales y subtropicales, pero también en países como Australia y Japón

Desde el 2010, cuando se produjo un máximo de casos de 5.000, la cifra anual comenzó a bajar y desde entonces el número de caos de úlcera de Buruli se ha mantenido estable en torno a los 2.000 casos anuales. 

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