El vapeo, una alternativa real para reducir el tabaquismo en Europa

El Instituto Coordenadas concluye que, empleado correctamente, "el cigarrillo electrónico es una alternativa efectiva y real para fumadores que buscan deshabituarse, pero no lo consiguen"

Chica con un dispositivo de vapeo (Foto. Freepik)
2 diciembre 2019 | 12:35 h

El marco regulatorio sobre los dispositivos de vapeo es diferente según cada país. En la Unión Europea existen directivas, pero luego cada estado hace su propia trasposición. 

Sin embargo, la práctica ha demostrado que los países que han apostado por este modelo de legislación para reducir los efectos del tabaquismo, como Reino Unido, Dinamarca u Holanda entre otros, han conseguido una alta efectividad en el abandono del tabaco gracias al uso de los cigarrillos electrónicos. Hay evidencias suficientes en varios países europeos como para considerar la alternativa del cigarrillo electrónico como una forma de reducir la adicción al tabaco y aminorar sus efectos negativos en la salud.

El Instituto Coordenadas concluye que, empleado correctamente, "el cigarrillo electrónico es una alternativa efectiva y real para fumadores que buscan deshabituarse, pero no lo consiguen, y es importante tenerlo en cuenta y apoyarlo, junto con otras medidas, desde el control y la regulación institucional". "Cualquier iniciativa que contribuya a paliar y reducir un problema nacional que causa actualmente más de 56.000 muertes anuales en nuestro país, con un consumo generalizado de más del 23% de la población y que comporta un gasto sanitario por encima de los 7.000 millones, debe ser valorada de forma equilibrada y potenciada para los usuarios que necesitan nuevas herramientas en la lucha contra el tabaco", indican.

Los últimos informes demuestran que los problemas de salud en Estados Unidos que se relacionaron inicialmente con el vapeo podrían estar relacionados con un ingrediente que contiene THC

Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, asegura que es necesario valorar el cigarrillo electrónico como "una opción más que tiene el fumador para conseguir la deshabituación del tabaco". "Actualmente, el tabaquismo es un problema social y sanitario de primer orden que necesita de nuevas formas de abordaje más acordes con la realidad de los fumadores y que contribuya al éxito en el abandono del tabaco. El Ministerio debe analizar, desde la evidencia científica y las experiencias internacionales, la aportación real que puede tener el cigarrillo electrónico en la estrategia antitabaco en nuestro país",ha dicho Sánchez Lambás.

DESINFORMACIÓN SOBRE EL CIGARRILLO ELECTRÓNICO

Además de campañas institucionales con falta de precisión y poco eficientes, existe una presión sobre el cigarrillo electrónico en nuestro país que está impactando sobre la libertad de elección en las opciones de deshabituación para muchos ciudadanos que lo ven como alternativa. Nadie pone en duda que ningún método de deshabituación del tabaco es inocuo, ya sean pastillas, parches o vapeadores, pero todos ellos bien usados están demostrando mayores beneficios que riesgos y claras ventajas frente a tabaco.

Los últimos informes demuestran que los problemas de salud en Estados Unidos que se relacionaron inicialmente con el vapeo podrían estar relacionados con un ingrediente que contiene THC, derivado del cannabis, y tienen que ver con líquidos adquiridos en el mercado negro.

Estudios científicos publicados en medios especializados afirman que los cigarrillos electrónicos son un 95% menos dañinos que los convencionales

Diversos estudios científicos publicados en medios especializados afirman que los cigarrillos electrónicos son un 95% menos dañinos que los convencionales. Otros estudios, a los que se remiten las autoridades sanitarias británicas, demuestran que casi un 70% de quienes usaron cigarrillos electrónicos para dejar el tabaco consiguió dejar de fumar. También hay estadísticas afirmando que el 80% de quienes recurren a estos dispositivos lo hace con el objetivo de no fumar tabaco.

VISIÓN POR PAÍSES

Reino Unido es uno de los mayores defensores del vapeo como método para dejar el tabaco del mundo. Incluso se plantea hacer la legislación más permisiva una vez estén fuera de la UE, tras el Brexit. Desde el Nacional Health Service, el servicio público de salud, recomiendan el uso de cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, entre otras recomendaciones.

En el caso de Francia, país que compite con el Reino Unido en el ranking de mayor número de vapeadores en Europa, hay una política más restrictiva. El auge del vapeo entre los franceses se inició en 2006, año en el que se prohibió fumar en público. A partir de 2013 las autoridades sanitarias francesas cambiaron su política permisiva y se alejaron del Reino Unido en cuanto a las recomendaciones de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar. A pesar de la postura oficial, el vapeo tiene en Francia una excelente aceptación y hay posicionamientos de colectivos científicos a su favor, a pesar de las reticencias del ministerio de la salud galo.

Holanda es uno de los países de la UE con gran permisividad ante el vapeo, aunque se aplica la directiva europea. Las autoridades sanitarias de los Países Bajos apuestan claramente por introducir políticas de reducción de daños en la batalla contra el tabaco, lo que incluye la recomendación de los dispositivos de vapeo. No obstante, en los últimos años el gobierno holandés hace advertencias periódicas para prevenir que menores de edad hagan uso de cigarrillos electrónicos. Mientras el uso de cigarrillos electrónicos ha crecido en Holanda, el consumo de tabaco convencional ha descendido considerablemente.

Entre los países vaper friendly se encuentran Islandia, Austria, Suecia y Dinamarca. En estos dos últimos países, hasta hace tres años, los vapeadores eran considerados como productos médicos para dejar de fumar. Esa clasificación dificultaba la compra de los cigarrillos electrónicos, pero al cambiar la normativa, con la directiva de 2017, se ha expandido de forma notable el uso de los vapeadores, al proliferar los puntos de venta, donde la única restricción es ser mayor de edad.

Alemania también se rige por la regulación de la UE y el uso de los vapeadores tiene las restricciones que se aplican también a los cigarrillos convencionales. 

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