Verano y cronicidad: los desafíos de la medicación, la adherencia y los viajes

Las altas temperaturas pueden impactar en los procesos crónicos que se pueden agudizar durante estas vacaciones en el que el acceso a las consultas es más limitado

Paciente sufriendo el calor del verano (Foto. Freepik)
Paciente sufriendo el calor del verano (Foto. Freepik)

Cada verano será más caluroso. Una verdad que cada año se constata y que supone todo un reto y desafío para la salud. Las temperaturas superiores a 37º provocan reacciones fisiológicas de defensa que, entre otros síntomas, conllevan más mareos, fatiga, dolor de cabeza, con procesos de deshidratación que pueden llegar a ser letales. En esta situación, las personas mayores y aquellas con patologías crónicas, polimedicadas y vulnerables, pueden llegar a vivir reagudizaciones de sus enfermedades.

La época estival no es mala para todos los pacientes, como recuerda a este medio el Dr. Juan Torres médico internista y presidente de la Sociedad Española de Atención a Personas con Enfermedades Crónicas (SEAPEC). La disminución de infecciones víricas mejora la situación de pacientes respiratorios, por ejemplo. “Sin embargo, el calor es un importante problema, así como los desplazamientos que dificultan el seguimiento”, indica el especialista.

Dr. Benítez: “Es fundamental que los pacientes que se desplacen en verano tengan garantizado el suministro farmacológico"

Durante esta época hay menos profesionales sanitarios, se viaja fuera del domicilio e incluso la relajación de las costumbres puede llevar a abandonar las pautas farmacológicas. “Es fundamental que los pacientes que se desplacen en verano tengan garantizado el suministro farmacológico a través de la tarjeta sanitaria de su comunidad autónoma, y que no se les caduque la medicación durante el tiempo que están fuera de su ciudad”, explica a ConSalud.es Javier Benítez, doctor en Medicina, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Geriatría y diplomado en Gerontología Social.

Además, recuerda e insiste el Dr. Benítez, que actualmente trabaja como geriatra y control de calidad en la Fundación Centro de Acogida San José de Jerez, “es importante entender que por el hecho de estar de vacaciones no hay que interrumpir los tratamientos farmacológicos indicados ni modificar las tomas”. El correcto mantenimiento en cuanto a temperatura y lugar de conservación de los medicamentos (como por ejemplo la necesidad de guardar en el frigorífico la insulina o alejados del sol), la hidratación correcta y la buena nutrición y evitar actividades o exposiciones directas al sol y al calor es esencial para que los pacientes se mantengan estables durante el verano, indican ambos expertos.

INTEROPERABILIDAD, RETO DEL VERANO

El autocuidado de los pacientes es necesario. Durante el estío las tasas de ingreso y consulta en Urgencias se incrementan entre un 8 y 9%, como señaló el año pasado la Dra. Iria Miguéns, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) a este medio. Una situación que compone un reto de atención, principalmente en las regiones en las que se duplica su población durante el verano y no hay suficiente personal para atenderles.

La educación en la prevención y el autocuidado, tener controlada la medicación y mantener la pauta, contar siempre con la tarjeta sanitaria y el carné de identidad, las claves para el verano

En esta situación, además, la interoperabilidad es uno de las grandes necesidades existentes en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Es fundamental tener acceso a la historia clínica allí donde esté el paciente. Si el paciente sufre una reagudización, es necesario que los profesionales sanitarios cuenten con toda la información. Además, “contar con los datos de las patologías y las pruebas realizadas nos permite evitar hacer pasar dos veces al paciente por los mismos procedimientos”, subraya el Dr. Benítez.

En los últimos años se ha trabajado con ahínco a nivel nacional e internacional para la inclusión de la historia clínica digital y la interoperabilidad. Actualmente más de nueve comunidades autónomas cuentan con servicio de interoperabilidad de información clínica que les permite también compartirlas con otros países de la Unión Europea. Poco a poco se va implantando a nivel nacional, pero todavía queda camino. “Esperemos que llegue pronto”, apuntan el Dr. Torres y el Dr. Benítez, este último participó antes de la pandemia en la Comisión de Cronicidad del Ministerios de Sanidad donde se abordaron estos asuntos.

La educación en la prevención y el autocuidado, tener controlada la medicación y mantener la pauta, contar siempre con la tarjeta sanitaria y el carné de identidad, y la cada vez más instalada historia clínica digital son las claves para que los pacientes mantengan su estado de salud estable y un correcto abordaje durante un periodo como el estival, que puede impactar tanto en la salud.

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