"Vivir con un TOC supone vivir una vida cargada de sufrimiento"

Damián fue diagnosticado de trastorno obsesivo compulsiva hace 30 años. Ahora, gracias a las herramientas aprendidas sabe hacerle frente a esta enfermedad y a sus consecuencias.

Paciente con TOC (Foto: Freepik)
Paciente con TOC (Foto: Freepik)
Blanca Mas
23 octubre 2022 | 00:00 h

Cuando era niño, Damián repasaba con bolígrafo sus respuestas en los exámenes hasta troquelar la hoja. Se lavaba las manos con lejía repetidas veces. Tanto que hasta llegó a producirle eccemas. No le gustaba el desorden, y era adicto a la limpieza, por lo que todo lo que le rodeaba debía estar bien colocado. Comprobaba las cosas una y otra vez: la luz, que las puertas de los armarios estuvieran cerradas…

Parecía que todo esto se debía a su personalidad, a que era maniático, sensible y un poco excéntrico, o eso es lo que pensaban sus padres. Sin embargo, había algo más allá, que le hacía padecer: sus pensamientos. No fue hasta los 13 años cuando sus padres lo llevaron a la psicóloga, y fue cuando le diagnosticaron trastorno obsesivo compulsivo (TOC), una patología mental que afecta al 3% de la población mundial, más de 100 millones de personas, y es el cuarto trastorno psicológico más frecuente, por delante de la anorexia nerviosa, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.

Damián, paciente con TOC

“Con el diagnóstico, me di cuenta que mi experiencia de vida no era como la de los demás y que mi cerebro era diferente. Te replanteas si esa experiencia llena de sufrimiento con la que convivía todos los días, en la que apenas puedes dormir por la cantidad de obsesiones que tenías, o por los rituales que debía realizar, es la que pasa todo el mundo”, explica.

“Recuerdo que un día hablando con mi familia, me paré a pensar y dije: esto es lo que tiene que experimentar una persona que no tiene TOC; simplemente que está viva, que habla y a veces hace cosas pero sin sufrimiento”.

Ahora, a sus 43 años, ha aprendido a gestionar esta enfermedad gracias a los fármacos y a la terapia. En un principio, el primer fármaco con el que se medicaba “le iba bastante mal”, pero a los pocos meses su psiquiatra le cambió la medicación. Ahora toma Sertralina, uno de los fármacos indicados para esta enfermedad, que es uno inhibidor selectivo de la receptación de serotonina.  A esto, hay que sumarle los años que ha acudido a terapia, porque gracias a esto, “han trabajado herramientas” que ha hecho que en la actualidad pueda “viajar por trabajo y conocer a gente diferente, cuando en el pasado no podría ni haberlo hecho”.

“Vivir con TOC suele ser una experiencia con bastante sufrimiento, hasta que uno empieza a trabajar en la aceptación y empieza a ganar herramientas para saber gestionarlo. Vivir con esto supone vivir una vida cargada de sufrimiento. Cuando alcanzas ese nivel de tranquilidad y en el que apenas hay obsesiones o que sabes gestionarlas, empiezas a respirar”, añade Damián.

ACEPTAR ES SABER VIVIR

Tal y como decía Carl Jung, “lo que resistes, persiste; lo que aceptas te transforma”. No hay una mejor frase que defina la actitud de Damián ante esta enfermedad. En sus inicios, recuerda que tenía el “TOC obsesivo compulsivo”, en el que “ritualizaba solo con pensamientos y a la hora de hablar repetía una frase una y otra vez”.

"En mi vida ha habido varios momentos que he caído hondo y el TOC ha aprovechado esa situación"

“Ha sido muy duro”, tal y como explica Damián. Sobre todo, cuando su trastorno mental se juntaba con su ansiedad y depresión. “En mi vida ha habido varios momentos que he caído hondo y el TOC ha aprovechado esa situación. Pese a que se me disparaba la ansiedad y el TOC crecía, he sentido que a día de hoy tengo las herramientas necesarias para afrontarlo. Era como un péndulo, pasaba muchísima ansiedad pero además caía en depresión, y seguía teniendo ansiedad, pero ya desde una fase menos depresiva y más activa”.

UN TRASTORNO MENTAL QUE NO SE CURA

Desde su experiencia asegura que, “es importante que tratemos de conquistar el espacio mental en el que están nuestras obsesiones y nuestra ansiedad, ocupándolo con hábitos saludables o con cosas que nos guste hacer”.

Las personas que sufren algún trastorno de salud mental, además de tener que hacer frente a la propia enfermedad, tienen que enfrentarse a la discriminación y el estigma. En muchos casos, los prejuicios y el desconocimiento pueden hacer la vida de los pacientes más difíciles. En otros, hasta el propio paciente siente que debe cambiar o curarse.

Damián explica que en muchas ocasiones le han preguntado cómo curarse de TOC, una duda que en su momento también tuvo. “Yo en el pasado me quería curar del TOC, pero cuando más ahondé en mis pensamientos me daba cuenta que quería hacerlo porque quería sentirme normal y sentirme aceptado. Pero cuando lo aceptas, te das cuenta que el TOC forma parte de tu vida y que es una condición y no una enfermedad de la que te vas a curar. Es una enfermedad con la que se tiene que aprender a gestionar y vivir. Además, el TOC se convierte mucho más pequeño cuando comienzas a aceptar que tiene su espacio y vas aceptando el miedo y la incertidumbre”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído