Vuelta a clase sin distancia social y vuelta a los piojos: ¿cómo actuar?

Uno de cada cuatro padres y madres españoles reconoce que los piojos son un problema que afecta emocionalmente a la salud de sus hijos e hijas.

Piojos (Foto. Freepik)
Piojos (Foto. Freepik)
María Jerez
19 septiembre 2022 | 09:35 h

Tras más de dos años de pandemia en los que se adoptaron medidas como el distanciamiento social, los confinamientos en casa, la suspensión de las clases presenciales en colegios, institutos y universidades o la creación de “grupos burbuja”, la normalidad vuelve a las aulas y, con ella, es probable que se produzca el regreso de los piojos.

Según el IX Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis”, realizado en 2019 y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), la mitad de los niños y niñas españoles de entre 3 y 12 años (50,7%) tuvo piojos alguna vez en los tres años anteriores a la pandemia.

En esta línea, Julio Maset, médico de Cinfa, explica que “ahora que las circunstancias sociales y sanitarias son las habituales de la época precovid, la pediculosis va a volver a constituir un problema de salud de alta incidencia en las aulas y hogares españoles, ya que es de esperar que los niños y niñas tengan de nuevo un comportamiento de mayor contacto entre ellos. Y ese contacto directo cabeza con cabeza es la principal vía de contagio de los piojos. De hecho, se trata de una de las afecciones más contagiosas, junto al resfriado, por lo que es lógico pensar que su propagación aumentará este curso”.

La investigación de Cinfa y SEFAC se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.072 padres y madres españoles con hijos e hijas de 3 a 12 años escolarizados, concretamente 4.204 niños y niñas, residentes en todas las comunidades autónomas.

El estudio confirma, además, que la pediculosis es más frecuente en las niñas: seis de cada diez (55,8%) tuvieron piojos en los tres años anteriores a la pandemia, frente a la mitad de los niños (47,5%). “Este hecho se explica porque el cabello largo supone una mayor superficie de transmisión para los parásitos, y porque entre las niñas son más habituales los juegos de cercanía y son más proclives a compartir artículos de pelo”, afirma Maset.

Uno de cada cuatro padres y madres con menores en edad escolar vincula de forma errónea estos parásitos a la falta de higiene

Respecto a dónde consideran los padres que se infectaron sus hijos, el 90,1% de los encuestados señalaba el colegio como lugar principal. Un 6,9% planteaba también la posibilidad de que la infestación se hubiera producido en otros lugares públicos como las piscinas, las actividades extraescolares, los campamentos, o incluso en el entorno familiar.  

Incidencia pediculosis Cinfa 600

EL PICOR, SÍNTOMA MÁS FRECUENTE

Ana Molinero, vicepresidenta 1ª de SEFAC aclara que aunque es muy molesto, “el Pediculus Humanus Capitis o piojo humano de la cabeza no transmite enfermedades, por lo que no constituye un peligro para la salud. De hecho, la pediculosis no siempre produce síntomas. Si los hay, el más frecuente es el picor y la necesidad de rascarse, lo que puede llegar a provocar lesiones en el cuero cabelludo de los niños”.

De hecho, siete de cada diez familias (69,7%) detectan la pediculosis por el prurito (picor) que tienen sus hijos en la cabeza, aunque seis de cada diez (63,4%) ven los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza. Además, el 4,7% observa lesiones en el cuello o tras las orejas, las zonas óptimas para el desarrollo de estos parásitos, y el 1,7% se percata de que su hijo o hija no duerme bien, lo que puede ocurrir debido al picor.

UN PROBLEMA QUE AFECTA PSICOLÓGICAMENTE

Más allá de los síntomas físicos, el impacto psicológico de este problema es considerable, ya que uno de cada cuatro padres y madres (24,7%) cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y el 43,5% siente que les afecta a ellos directamente. En este sentido, el doctor Julio Maset explica que estas cifras “ponen en evidencia la necesidad de normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable y en absoluto vinculado al pelo sucio, para ahorrar angustias innecesarias”.

"Es necesario normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable y en absoluto vinculado al pelo sucio"

Otra de las cuestiones que aborda la encuesta es cuál es el aspecto que más preocupa a las familias. El 35,2% de los padres parece tenerlo claro y su mayor preocupación son el picor y las molestias que estos generan. Seguido de la posibilidad de contagiar al resto de la familia (17,3%). Otras de las inquietudes planteadas son el riesgo de transmisión de enfermedades (16,9%), pese a que los piojos no son transmisores de patologías, el “jaleo” que implica el tratamiento (14,4%), la repulsa que generan los piojos (8,5%) y el estigma que tener estos parásitos pueda suponer para sus hijas e hijos (7,6%).

“Como confirma la investigación, la desinformación y las falsas creencias acerca de la pediculosis siguen estando muy extendidas. Por ejemplo, uno de cada cuatro progenitores con niños en edad escolar (24,7%) sigue creyendo que los piojos están relacionados con una falta de higiene, lo que lleva a algunos padres y madres a temer que traten a sus hijos de diferente manera por tener piojos. Este miedo al estigma y la vergüenza es, de hecho, uno de los principales motivos que conduce a los progenitores a no cumplir con la responsabilidad de notificar al colegio que sus hijos tienen piojos, lo cual aumenta la gravedad de un problema que, bien gestionado, podría solucionarse rápida y eficazmente”, explica Ana Molinero. En concreto, uno de cada diez (13,3%) progenitores de nuestro país no avisa al colegio cuando sus hijos tienen piojos, a pesar de que siempre debe hacerse. La razón para ello en uno de cada tres casos (29,9%) es la vergüenza y el miedo al estigma social provocado por la pediculosis.

"Uno de cada cuatro progenitores cree también que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos e hija ya ellos personalmente"

Además de relacionar la aparición de piojos con la falta de higiene, existen muchos más mitos sobre ellos. Por ejemplo, la mitad de los progenitores españoles con niños en edad escolar sigue pensando que vuelan de una cabeza a otra (55%) o que las mascotas contagian piojos (47%). Además, uno de cada tres (29,2%) opina que el mejor remedio para eliminar los piojos es cortar el pelo, algo que, si bien puede facilitarla aplicación del tratamiento, no es necesario y puede generar un mayor trastorno psicológico a algunos niños. Se trata, en todos los casos, de creencias erróneas.

ELIMINACIÓN Y TRATAMIENTO

Según la investigación, nueve de cada diez familias (91%) aplican un tratamiento pediculicida para eliminar los piojos y prácticamente todas ellas (96,4%) creen hacerlo de acuerdo a las instrucciones del prospecto. Sin embargo, el estudio revela que solo el 17% lleva a cabo el tratamiento correctamente, ya que es necesario aplicar un conjunto de medidas para garantizar su efectividad.

Además de seguir las instrucciones, se ha de peinar el cabello mechón a mechón con la lendrera en busca de liendres (lo hace el 76,9%); verificar a los siete días si todavía hay parásitos y, en ese caso, reaplicar el tratamiento (64,6%); seguir pasando la lendrera durante las dos semanas siguientes (64,1%) y evitar el uso del secador tras aplicar el producto, ya que el calor inactiva su efecto residual (solo el 20,2% lo tiene en cuenta).

El IX Estudio CinfaSalud refleja también que las dudas acerca de cómo tratarla pediculosis siguen siendo numerosas, ya que dos de cada tres familias (66,1%) no supieron exactamente cómo actuar cuando sus hijos/as tuvieron piojos por primera vez, por lo que necesitaron informarse.

La farmacia es la fuente de consulta principal de las familias para resolver sus dudas en torno a los piojos

A la hora de buscar información, consultar al farmacéutico (58,2%) sigue siendo la primera opción para los padres y madres. Seguido de buscar en Internet (35,7%), amigos o conocidos (32%) y los médicos/as y enfermeros/as (21,8%). Además, el 7,4% de los padres y madres consultó a su peluquero, el 5,2% buscó información en revistas o libros y el 4,9% preguntó a profesores u otros profesionales del colegio.

Desde Cinfa han desarrollado un decálogo de actuación para padres y madres con el objetivo de ganar la batalla a los piojos:

  1. Conoced bien a vuestro enemigo. Para eliminar los piojos de una manera eficaz, es necesario, en primer lugar, desterrar los falsos mitos en torno a ellos. Sobre todo, es importante saber que estos parásitos no vuelan ni saltan, sino que se desplazan rápidamente de un pelo a otro, lo que explica su gran capacidad de contagio por contacto entre cabezas. También hay que recordar que su presencia no está relacionada con una higiene deficiente, sino que puede afectar a cualquier persona de cualquier estrato social o económico.

  2. Ante todo, precaución. Si se notifican casos en vuestro entorno, tomad las medidas preventivas necesarias para mantener los piojos lejos de las cabezas de vuestros hijos: revisad su cabello con una lendrera regularmente, usad repelente y concienciadles de la necesidad de evitar el contacto de cabeza con cabeza y de intercambiar prendas u objetos personales que hayan podido estar en contacto con el pelo.

  3. Aprended a pasar la lendrera correctamente. Se trata de una herramienta muy eficaz tanto para diagnosticar como para eliminar los parásitos, pero su uso requiere ser sistemático, ya que ha de pasarse mechón a mechón y de abajo arriba, haciendo especial hincapié en la nuca y detrás de las orejas, así como en la zona del cabello a tres o cuatro milímetros de la raíz. Antes de empezar, poneos cómodos, colocad un paño blanco sobre los hombros del niño y aseguraos de tener una buena iluminación.

  4. Si confirmáis que hay piojos, avisad al colegio. Una advertencia a tiempo puede evitar que otros niños se infesten y el ciclo vuelva a comenzar. Por este motivo, los padres y madres han de asumir sin dilación su responsabilidad de informar a los maestros, monitores u otros educadores de la presencia de piojos en su hogar, para que a su vez alerten al resto de alumnos.

  5. Elegid el tratamiento adecuado. Acudid a la farmacia para conseguir un tratamiento pediculicida. Si no tenéis claro cuál es el más adecuado para vuestro hijo o hija, consultad al farmacéutico la mejor opción en su caso. También puede ser necesario pedir consejo al pediatra si sufre dolencias dermatológicas o asma (casos en los que debería evitarse el uso de espráis) o tiene menos de 2 años. Si la revisión con lendrera no ha confirmado la infestación, recurrid a un repelente, pero nunca a un pediculicida.

  6. No confiéis en tratamientos caseros. Por una parte, la eficacia pediculicida de sustancias como la mayonesa, el aceite de oliva, la mantequilla, o la vaselina es nula o no está demostrada. Por otra, otros remedios como el alcohol o el queroseno, además de irritar el cuero cabelludo, son tóxicos, inflamables y, por tanto, peligrosos. En el caso del vinagre, puede ayudar a despegar las liendres, pero por sí solo no es capaz de matar al piojo y, en concentraciones altas, también puede irritar el cuero cabelludo.

  7. Seguid al pie de la letra las instrucciones del fabricante cuando uséis el pediculicida.Una vez aplicado sobre el cabello seco, pasad la lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres y, después, lavad la cabeza con el champú habitual y aclarad. Recordad que solo se han de tratar con pediculicida los miembros de la familia que se encuentren infestados. Para el resto, está indicado el repelente.

  8. No utilicéis secadores. Tras el aclarado, dejad que el pelo se seque al aire libre, nunca con secador, ya que el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto y este pierde eficacia.

  9. Extremad la higiene en casa. Cuando alguien en casa ha tenido piojos, los peines o cepillos deben ser lavados con pediculicidas o hervidos en agua. La ropa -incluida la de cama- y las toallas u otras prendas que haya usado la persona con piojos durante los dos días anteriores se han de lavar con agua caliente (60ºC) y/o secarse en la secadora a la máxima temperatura posible. Lo que no pueda limpiarse o lavarse adecuadamente, se debe guardar en una bolsa de plástico sellada durante al menos una semana. También ha de pasarse el aspirador por el suelo y los muebles, pero no es necesario fumigar el hogar o usar aerosoles con insecticidas.

  10. No bajéis la guardia en los días posteriores. Durante las dos semanas siguientes al tratamiento pediculicida, volved a revisar con la lendrera la cabeza de vuestro hijo o hija a días alternos o, incluso, diariamente. Si a los siete días seguís detectando piojos o liendres, será necesario reaplicar el pediculicida. Posteriormente, es recomendable realizar exámenes visuales cada dos o tres semanas, hasta asegurarse de que todos los piojos y liendres han muerto. También será necesario repetir las medidas preventivas como revisar la cabeza de toda la familia.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído