Ana Mato dimitió a finales de noviembre de 2014, tras su citación judicial en el “caso Gürtel”
Tras la dimisión de Mato, las quinielas volvieron a fallar, y Rajoy elegía al hasta entonces portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, como nuevo ministro de Sanidad. Alonso tuvo que hacer una rápida inmersión en el sector sanitario con la gestión del acceso a los fármacos innovadores de la hepatitis C. El Plan Nacional, aprobado por el entonces ministro, y tan aplaudido y criticado por unos y por otros, todavía sigue siendo noticia. La plataforma de afectados continúa activa en su petición de fármacos para todos. El R. D. de prescripción enfermera de Alonso dividió a médicos y enfermeros
En octubre de 2015 estallaba una nueva reyerta: la aprobación de un Real Decreto de prescripción enfermera. La medida, que dividió a médicos y enfermeros, sorprendió a estos últimos, que la tildaron de “cacicada”.Este problema sin resolver es una de las principales cuestiones a las que tendrá que hacer frente el nuevo ministro de Sanidad, ya que la oposición al completo reclama su derogación.LOS MINISTROS EN FUNCIONES
En diciembre de 2015, el PP ganaba las elecciones pero sin los suficientes escaños para gobernar; comenzaba así un “mandato” en funciones. Durante esta etapa, la actividad del ministerio se vio mermada, sin apenas acuerdos y con un único Consejo Interterritorial el 13 de abril.Con este panorama, Alonso anunciaba en agosto que abandonaba la primera línea política nacional para centrarse en las elecciones vascas. Se quedaba así la plaza de ministro de sanidad en funciones sin cubrir.
Con Fátima Báñez se han zanjado los 315 días de Ministerio de Sanidad en funciones
Pronto, Rajoy informaba de la sustitución de Alonso, que recayó en la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez. Con ella, se ha dado por zanjado los 315 días de Gobierno en funciones, que finalizaron el pasado 29 de octubre con la reelección de Mariano Rajoy como presidente.Con Dolors Monserrat comienza una nueva etapa en el ministerio de Sanidad. Los más de 300 días sin gobierno obligarán al nuevo titular a dar muestras de su capacidad de diálogo, dada la fuerte oposición y el gran número de cuestiones sanitarias que por la situación política llevan excesivo tiempo en espera.
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