Los sistemas democráticos, impulsores de una sanidad de calidad

Un estudio revela que aquellas regiones donde se celebran elecciones libres, los gobiernos aumentan, de forma notoria, la inversión en aspectos tan relevantes como la sanidad.

El Congreso de los Diputados, cámara donde reside la soberanía democrática del pueblo español
El Congreso de los Diputados, cámara donde reside la soberanía democrática del pueblo español

Los sistemas democráticos contribuyen, significativamente, a la mejora de la salud de los ciudadanos. El motivo, tal y como explica un informe publicado en la revista científica The Lancet, es que en aquellas regiones donde se celebran elecciones libres, los gobiernos aumentan, de forma notoria, la inversión en aspectos tan relevantes como la sanidad.

Así, los gobiernos elegidos democráticamente son capaces de disminuir las enfermedades no transmisibles o las lesiones por accidentes de tráfico. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los estados que se rigen por otros sistemas políticos, unos países donde la financiación se reduce y, por tanto, la calidad sanitaria se ve mermada.

"Al no disponer de presión electoral, los líderes autocráticos tienen menos incentivos que sus homólogos democráticos para financiar la prevención y los tratamientos más costosos de las enfermedades cardíacas, oncológicas o crónicas"

El exhaustivo análisis, que ha contado con información de habitantes de 170 países en los últimos 46 años, revela que la esperanza de vida aumenta, año tras año, en los países democráticos, algo que no sucede con el mismo impulso en zonas en las que se gobierna con otras fórmulas políticas. El motivo, destacan, son las inversiones de los gobiernos democráticos.

"Al no disponer de presión electoral, los líderes autocráticos tienen menos incentivos que sus homólogos democráticos para financiar la prevención y los tratamientos más costosos de las enfermedades cardíacas, oncológicas o crónicas", ha apuntado Thomas Bollyky, representante del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos y director de la investigación. "La democracia y la salud son, cada vez, más inseparables", ha agregado.

"Ignorar el papel de un gobierno responsable para resolver debates limita los esfuerzos para desarrollar la capacidad institucional y el apoyo popular que se necesita para mejorar la salud de la población"

Atendiendo a datos concretos, las cifras notifican que la experiencia democrática representa más de la reducción en la mortalidad dentro de un país que el Producto Interior Bruto (PIB) para enfermedades cardiovasculares (22% frente a 12%), lesiones por accidentes (18% frente a 7%) o tumores malignos (10% frente a 6%).

"Ignorar el papel de la sociedad civil y de un gobierno responsable para resolver debates limita los esfuerzos para desarrollar la capacidad institucional y el apoyo popular que se necesita para mejorar la salud de la población", concluyen los autores de las pesquisas.

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