Neumomadrid 2024: "Hay que establecer medidas contra el tabaco para desnormalizar el consumo"

El humo del tabaco tiene más de 7.000 partículas nocivas y cancerígenas, por ello es prioritario establecer medidas que desincentiven el consumo de tabaco

XXIX Congreso Neumomadrid 2024, Mesa Científica Tabaquismo (Foto. ConSalud)
XXIX Congreso Neumomadrid 2024, Mesa Científica Tabaquismo (Foto. ConSalud)
Carmen Bonilla
11 abril 2024 | 11:45 h
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El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica, así como la primera causa de muerte evitable en países desarrollados. Por ello, ha protagonizado la Mesa Científica ‘Tabaquismo’, que ha tenido lugar durante el XXIX Congreso Neumomadrid 2024, que reúne a neumólogos nacionales e internacionales para abordar los temas más destacables actualmente en esta especialidad.

Los ponentes que han intervenido en esta sesión centrada en el tabaquismo han subrayando que el tabaco es extremadamente nocivo y es necesario que se lleven a cabo medidas para combatirlo. Así, Cristina García Quero, neumóloga del Hospital Universitario La Paz, ha abordado la situación de los pacientes con patología cardiovascular y psiquiátrica. “Yo intento transmitir a los pacientes que dejar el hábito tabáquico va a mejorar su salud”, comenzaba su ponencia.

De acuerdo con la experta, los especialistas se encuentran con pacientes psiquiátricos en consulta que presentan patologías agudas crónicas. “Las características de estos pacientes se basan en el consumo de más cigarrillos al día, inhalación más profunda o dependencia más alta”, explica. Además, añade que tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o patología respiratoria, y mueren 25 años antes de lo normal.  Sin embargo, en los estudios que analizan el deseo de dejar de fumar, se ha observado que no hay diferencias con otros fumadores normales.

“El tabaquismo aumenta la mortalidad cardiovascular en un 50% y se asocia con la pérdida de un promedio de diez años de vida”

Por otro lado, también se ha abordado la situación de los pacientes con patología cardiovascular. Así, se calcula que en 2030 morirán cerca de 23,6 millones de personas con enfermedad cardiovascular. “El tabaquismo aumenta la mortalidad cardiovascular en un 50% y se asocia con la pérdida de un promedio de diez años de vida”.

En este sentido, la experta ha incidido en que “lo peor que puede hacer un paciente post infarto es seguir fumando. “La cesación tabáquica asocia una importante reducción del riesgo de muerte, hasta un 36%”.

Las intervenciones terapéuticas en ambos casos deben ser psicológicas y farmacológicas. En el marco de las intervenciones farmacológicas, la doctora ha analizado el papel de la citisina como alternativa terapéutica en los pacientes. De este modo, la citisina es un fármaco prometedor y seguro para el manejo de estos pacientes.

Para combatir el hábito tabáquico, la Ley Antitabaco es también fundamental. En este sentido, José Ignacio de Granda Orive, neumólogo del Hospital Universitario 12 de Octubre, ha profundizado en el tema de los espacios sin humo. “Medidas como la prohibición incondicional de fumar en terrazas puede hacer que se logre desnormalizar el consumo de tabaco”, comienza el doctor.

“La prohibición incondicional de fumar en terrazas puede hacer que se logre desnormalizar el consumo de tabaco”

La importancia de tomar esta medida parte de que las personas, al hablar, toser o estornudar, proyectan partículas, muchas de ellas derivadas del consumo de tabaco. En este aspecto, el especialista comenta que se proyecta “una nube de gas turbulenta que puede afectar al entorno. Si añadimos que la persona está fumando, el efecto nocivo de los que están al lado va a ser peor”.

A su vez, “fumar aumenta las expiraciones, y el humo del tabaco cuenta con más de 7.000 partículas nocivas y cancerígenas”, comenta, al tiempo que añade que la contaminación por estas partículas depende de las condiciones ambientales o del flujo exhalado, la composición de las gotas y el aire ambiente. 

“Algunos estudios han demostrado que en torno a las terrazas de los bares, la contaminación de partículas de tabaco es mayor que la de los coches en muchas ocasiones”, explica el especialista.

Siguiendo la línea de las medidas contra el tabaco, el doctor ha hecho hincapié en el aumento de la fiscalidad, que tiene una perspectiva tanto económica como de salud pública. “Cuando salieron a la luz una serie de documentos de la industria tabaquera, se tenía miedo al aumento de la fiscalidad, porque muchas personas iban a dejar de fumar”. “Está demostrado que el aumento de la fiscalidad disminuye el consumo de tabaco. Mi conclusión es: por favor, implementen completamente el plan”, concluye el doctor.

“Está demostrado que el aumento de la fiscalidad disminuye el consumo de tabaco"

Por último, Paz Vaquero Lozano, enfermera respiratoria del Centro Hermanos Sanfro, perteneciente al Hospital General Universitario del Gregorio Marañón, ha puesto en valor el papel de la enfermería en la prevención y el tratamiento del tabaquismo. “Las enfermeras somos uno de los recursos más grandes en asistencia sanitaria, y nuestras funciones son la de cumplir un rol modélico, una función de asesoramiento en el consumo de tabaco y un papel educador en los jóvenes”, comienza.

Para cumplir con el rol modélico es importante que los profesionales no fumen. En este contexto, la enfermera ha compartido una encuesta elaborada en el año 2011, en la que se muestra que el porcentaje de profesionales fumadores se elevaba a un 26%. Por otro lado, en lo relativo al papel educador, una encuesta de tabaco llevada a cabo en 2005, en la que se preguntó a enfermeros de la Comunidad de Madrid, se concluyó que el 54% de ellos afirmaban que no estaban formados para ayudar a las personas a dejar de fumar.

La educación para la salud es una labor esencial de los enfermeros, y para ello cuentan con herramientas empleadas en cesación tabáquica. “Nuestra tarea es la promoción de la salud y la prevención de cuidados”, argumenta. Así, realizan intervenciones breves, intensivas, especializadas, multicomponentes, comunitarias o se lleva a cabo asistencia en el uso de las nuevas tecnologías.

La enfermera concluye destacando el papel de la Enfermera de Práctica Avanzada en tabaquismo, que consiste en una enfermera generalista o especializada que ha adquirido la base de conocimiento experto. “Deberían ofrecer a los pacientes la educación necesaria en cada etapa del proceso de abandono del trabajo, impartir educación sanitaria o reducir las listas de espera”. En una Unidad de Tabaquismo, se necesita mínimo una enfermera, mientras que, si se trata de una Unidad de Alta Complejidad, el mínimo de enfermeras son dos. Esto evidencia la importancia de contar con un enfermero en este ámbito.

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