Dimisiones en la Comisión de Medicina Nuclear: "Un callejón sin salida para muchas especialidades"

Entrevistamos a la presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, quien acaba de dimitir de su cargo ante la "impotencia" que siente por parte del Ministerio de Sanidad

La expresidenta de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, Francesca Pons (Foto cedida a ConSalud.es)
La expresidenta de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, Francesca Pons (Foto cedida a ConSalud.es)

La semana pasada, y “ante los sucesivos retrasos del Ministerio de Sanidad en la culminación del proceso de actualización del actual Programa Oficial de laEspecialidad (POE)”, dimitieron la Presidenta y el Vicepresidente de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear. Apenas tres días después, su sumaron a ellos todos los vocales de la Comisión en bloque, en protesta por lo que consideran “un problema que implica a muchas especialidades, cuyos programas formativos están totalmente obsoletos”.

En ello incide la ya expresidenta de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, Francesca Pons, en una entrevista concedida a ConSalud.es. El problema no es solo Medicina Nuclear, es mucho más gordo. ¿Cómo vamos a formar a gente con criterios de hace 30 años?”, denuncia la doctora, quien cita hasta a “cinco especialidades gordas” que se encuentran en esta misma situación de atraso formativo (“¡con programas de 27 años de antigüedad!”) y habla de “callejón sin salida”: “El Ministerio de Sanidad dice que el programa formativo oficial es el que es, y entonces algunas sociedades científicas, en este caso la SEMNIM, piensan, ‘bueno, ya que no se publican las actualizaciones del programa, nosotros como sociedad vamos a elaborar una guía u orientación’. Pero les responden que ni hablar, que esto no les corresponde. Ni hacen ni dejan hacer”.

"Ni hacen ni dejan hacer"

Pero, ¿qué es exactamente lo que reclaman los médicos nucleares en lo relativo a cómo se forma en su especialidad?: “Lo que queremos es que el nuevo programa formativo se adapte a la situación actual de la Medicina Nuclear. Los pacientes tienen derecho a recibir una asistencia sanitaria con la mejor calidad, y no creo que se ofrezca ninguna calidad formando a los especialistas del futuro en base a programas formativos que tienen más de 25 años de antigüedad. Como no sería ético formar a los especialistas en base a un programa totalmente obsoleto, cada centro hace lo que mejor puede y, en consecuencia, no hay uniformidad en la formación de los especialistas”.

¿Y qué es lo que responde el Ministerio y que les impide avanzar en el proceso de actualizar la formación de la especialidad?: “Nos dicen que sí, que tenemos razón, pero que tienen mucho trabajo”, cuenta la expresidenta de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, órgano asesor del Ministerio de Sanidad que está en directo con SEMNIM (Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular) y al que le corresponde trabajar en este tema.

El programa ha sido revisado en múltiples ocasiones y ya hemos realizado 4 versiones del mismo. Había sido valorado por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y dimos respuesta a las alegaciones. Incluso estaba redactado el Proyecto de Orden Ministerial, solo faltaba el último paso para su tramitación y publicación en el BOE. A mi modo de ver, el querer volver a revisar el programa no es más que una excusa para bloquear su tramitación final”, denuncia.

"Querer volver a revisar el programa es una excusa para bloquear su tramitación final"

“Tú imagínate cómo evoluciona la sanidad. Cualquier especialidad, ¿eh? Pues imagínate la nuestra, que es la más tecnológica. Las máquinas que había años atrás ya no existen y ahora hay máquinas que no salen en el programa. ¿Cómo vamos a enseñar a la gente del futuro con máquinas de ahora? ¿Cómo se van a formar anestesistas, cirujanos, intensivistas y especialistas en Medicina Nuclear con técnicas de hace casi 30 años? Como médicos, no estaríamos siendo éticos”, insiste Pons, quien achaca su dimisión a la “impotencia”.

Impotencia absoluta porque hemos luchado muchísimo. No yo, sino toda mi Comisión y muchas comisiones. Hemos hecho un trabajo inmenso, y ahora que estábamos en la recta final…”, se lamenta, añadiendo que “yo, particularmente, recibí una carta en la que me expresaban el agradecimiento por la labor que desarrollé como miembro de la Comisión Nacional de Medicina Nuclear, pero nada más”. “Espero que nuestra dimisión y los motivos que hemos alegado los diferentes miembros de la Comisión Nacional en los comunicados que hemos dirigido a la Subdirección General de Formación y Ordenación Profesional, sirvan por lo menos para hacerles reflexionar”, concluye.

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