Los disruptores endocrinos pueden provocar enfermedades como obesidad y diabetes

Los expertos reclaman a las autoridades europeas y nacionales que impongan normativas para que se prohíban determinados compuestos presentes en comidas y bebidas que actúan como disruptores endocrinos

Botellas de plástico (Foto: Freepik)
19 octubre 2023 | 14:15 h
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Los disruptores endocrinos son compuestos químicos exógenos, naturales o artificiales, que se encuentran en una gran cantidad de objetos cotidianos como los plásticos, los detergentes, los cosméticos, etc. Estudios recientes confirman que los disruptores endocrinos pueden ser factores clave para aumentar la frecuencia del sobrepeso y la obesidad en la población. Por ello, a día de hoy, se está llevando a cabo una labor científica importante para desarrollar sistemas de identificación de compuestos que puedan comportarse como disruptores y que aumenten el riesgo de padecer enfermedades severas como la obesidad y la diabetes.

“Los disruptores endocrinos aumentan la probabilidad de desarrollar determinadas enfermedades como la obesidad, la diabetes, los cánceres hormono dependientes como el de próstata o el de mama, alteraciones del aparato reproductor masculino y femenino pudiendo causar infertilidad, así como alterar la función de la glándula tiroides”, ha indicado Ángel Nadal, catedrático de fisiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante) Durante el 64º Congreso de la SEEN.

Nadal ha hecho referencia a una lista de la Unión Europea en la que se contemplan más de 500 compuestos que son disruptores endocrinos o “sospechosos de serlo” a los que “todos estamos expuestos”. En concreto, el catedrático ha aseverado que durante el embarazo es cuando las gestantes deben evitar más la exposición a los disruptores endocrinos porque el feto está en desarrollo y, por lo tanto, es un periodo donde se está produciendo mucha expresión de genes: “Durante el periodo fetal su acción es más crítica y puede producir efectos que se mantengan durante toda la vida e igualmente sucede durante la infancia, al menos los primeros 3 años, lo que no significa que cuando somos adultos no puedan ser perjudiciales o incluso en edades avanzadas”.

EVITAR LA EXPOSICIÓN A DISRUPTORES ENDOCRINOS 

Nadal ha sugerido una serie de recomendaciones para evitar la exposición al bisfenol A y los ftalatos, que están en los plásticos, como no comprar alimentos envasados en plástico, sobre todo, los que son grasos que están en contacto directo con el plástico porque hay migración, eludir calentar los recipientes de ese material con comida en su interior, ya que en ese caso se migra más, no utilizar los contenedores de plástico durante mucho tiempo cuando ya se agrieta y no lavarlos en el lavavajillas, comer comida orgánica y abrir las ventanas para ventilar la casa durante 10 o 15 minutos cada día, ya que los disruptores que son volátiles y están en el aire se pueden eliminar.

“Que las autoridades europeas y nacionales impongan normativas para que se prohíban determinados compuestos presentes en comidas y bebidas que actúan como disruptores endocrinos”

Asimismo, el catedrático en fisiología ha hecho hincapié en la necesidad de que “las autoridades europeas y nacionales impongan normativas para que se prohíban determinados compuestos presentes en comidas y bebidas que actúan como disruptores endocrinos”.

INGESTA DE INSECTOS

Otras de las ponencias que han cosechado un gran interés es Insectos, ¿qué hacemos con Pepito Grillo?, impartida por Andrés García de Lis, co fundador de Origen Farms, quien ha destacado que, en el futuro de la nutrición, es crucial explorar y adoptar fuentes de proteínas sostenibles y nutritivas: “El polvo de grillo (70% proteína) se presenta no solo como una fuente rica en proteínas, sino también como un alimento con propiedades antioxidantes y un perfil de aminoácidos completo. Su potencial en la industria alimentaria y médica es innegable, por lo que podría desempeñar un papel clave en la alimentación de la próxima década”. En concreto, “los grillos muestran un valor k-PDCAAS de 1, lo que es equivalente a fuentes tradicionales de alta calidad como la leche, los huevos y la leche de vaca”, ha informado García de Lis.

No obstante, el ponente ha remarcado que los insectos nunca deben consumirse crudos, ya que es necesario cocinarlos para garantizar la seguridad alimentaria. Además, se recomienda que hayan sido congelados antes de su cocción u horneado

LA DIETA VEGETARIANA, BIEN PLANIFICADA, PUEDE SER SALUDABLE 

Por otra parte, Pilar Vaquero, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición del CSIC, ha subrayado en la ponencia ‘Dietas vegetarianas: beneficios y riesgos para la salud’ que una dieta vegetariana “convenientemente planificada” puede ser saludable, pero “debe incluir el consumo de alimentos fortificados y suplementar esta dieta con nutrientes (componente de los alimentos que debe ingerirse porque el organismo no es capaz de sintetizarlo en cantidades suficientes) específicos como la vitamina B12”.

Por último, Vaquero ha remarcado que la edad pediátrica merece una especial atención, así como la edad fértil en las mujeres, ya que la combinación de dieta vegetariana y las elevadas pérdidas menstruales aumenta el riesgo de anemia ferropénica (por falta de hierro).

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