En el ámbito enfermero, la única categoría sanitaria que aumentará su presencia en las Fuerzas Armadas es la de comandante
En total, como señala el Gobierno, el Ejército reducirá su plantilla de altos mandos en los próximos cuatro años, que perderá 1.751 efectivos. En términos de impacto económico, esta reducción supone un ahorro de 3.636.937 euros. Esta reducción se suma a la que ya preveía el plan anterior, que se estima entre un 3,3% y un 4%.En el ámbito sanitario, la disminución de efectivos afecta especialmente al rango de teniente coronel, cuya plantilla máxima pasará de ser de 350 personas en el año 2017/2018 a ser de 285 entre el 2020 y 2021. La cifra queda lejos de los 418 previstos para el año 2014/2014 (la distribución se hace en periodos anuales que comienzan el 1 de julio y finalizan el 30 de junio del año siguiente).
Sin embargo, el Cuerpo Militar de Sanidad seguirá teniendo durante los próximos cuatro años un general de división (el grado más alto en la escala sanitaria), 8 generales de brigada, 88 coroneles y hasta 305 comandantes. En estas categorías se mantendrán los puestos actuales.
En lo relativo al ámbito enfermero, el Ejército mantendrá en los próximos cuatro años una plantilla de 12 efectivos en la categoría de teniente coronel y pasará de tener 80 comandantes en 2017 a 88 en 2021, siendo la única categoría sanitaria que aumentará su presencia en las Fuerzas Armadas españolas. En 2013, sólo había 70 oficiales en este cargo.
Según el Gobierno, estas cifras no incluyen los dos primeros empleos de los militares de carrera (capitán y teniente en la categoría de oficial, y sargento primero y sargento en la de suboficial), cuyos efectivos serán los que resulten de las provisiones de plazas y de la aplicación del sistema de ascensos por antigüedad, “tal y como establece la Ley de la Carrera Militar, del 19 de noviembre de 2007”.
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