Enfermería, en una "posición privilegiada" para detectar la violencia de género

La Escuela Internacional de Ciencias de la Salud junto con el Colegio de Enfermería de Lugo han debatido en una jornada en la ciudad gallega sobre la situación actual de la violencia de género.

En el centro de la imagen Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería (CGE), quien ha inaugurado la jornada sobre violencia de género

Cuarenta y cuatro mujeres han muerto en lo que va de año víctimas de la violencia de género en España, tres de ellas en Galicia. Una situación que, lejos de disminuir, aumenta año tras año y supone una lacra social contra la que hay que luchar desde todas las instituciones. "A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, está claro que algo seguimos haciendo mal. En 2004 se introdujo una Ley específica sobre violencia de género y en 2017 se firmó un pacto de Estado al respecto. Sin embargo, decenas de mujeres siguen muriendo cada año y muchas otras sufren el maltrato en su día a día. ¿Cómo es posible?", se preguntaba Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería (CGE), durante la inauguración de la jornada 'La violencia de género. Implicación de la Enfermería', celebrada en el Hospital Lucus Augusti (Lugo).

La jornada, organizada por la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud y el Colegio Oficial de Enfermería de Lugo, con la colaboración del CGE, ha puesto en valor el trabajo diario de las enfermeras para detectar y combatir este problema que tanto preocupa a toda la población. "La mujer víctima de violencia de género ve mermada su salud física y psíquica y acude con mayor frecuencia a su centro de salud. Podemos detectar estos casos y ayudar a estas mujeres, pero para ello, debemos saber cómo", ha resaltado Pilar Fernández.

"La mujer víctima de violencia de género ve mermada su salud física y psíquica y acude con mayor frecuencia a su centro de salud"

En esta misma línea se ha mostrado Lourdes Bermello, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Lugo, que ha subrayado que como sociedad "debemos unirnos y demostrar que estamos hartos de esta situación". "Las mujeres tenemos que revelarnos y gritar 'basta ya'. Cada vez que una mujer tenga que preocuparse por ir caminando sola por la calle, tener miedo a ponerse una prenda de vestir, o pensar si puede hablar u opinar, eso también es violencia", ha destacado Bermello, que ha recordado a los 500 asistentes de la jornada que "no podemos pensar que a nosotras no nos va a pasar y desde las consultas de Enfermería tenemos que actuar y estar preparados".

UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

Para María Jesús Pérez, directora de procesos de Enfermería de EOXI de Lugo, Cervo y Monforte, la violencia de género ya es un problema de salud pública, que no sólo afecta a la mujer, sino también a los hijos. "Es una situación realmente preocupante y, además, está habiendo un repunte en los adolescentes. Tenemos que educar desde la igualdad. Nosotros, los profesionales sanitarios, tenemos un papel fundamental en la actuación y detección, lo que va a permitir que haya una intervención temprana. Las enfermeras, en particular, tenemos una posición estratégica y nuestras intervenciones de cuidados están a lo largo de toda la vida, debemos actuar desde la infancia porque contamos con una relación de confianza con las mujeres en Atención Primaria que no tienen en otros ámbitos", ha recalcado.

La también directora de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud, Pilar Fernández, ha apoyado esta premisa y ha apuntado que "no podemos permitir que, tal y como evidencian algunas investigaciones, el 25% de los jóvenes de entre 15 y 29 años crea que la violencia machista es una conducta normal en el seno de una pareja y que más del 30% lo considere un problema que aumenta progresivamente por los inmigrantes". "Estos datos son absolutamente terribles", ha puntualizado.

LOS NIÑOS, GRANDES INVISIBLES

Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer". La prevención y detección de estos casos es un reto al que se enfrentan las instituciones, pero no se debe olvidar a los hijos de estas mujeres que, directa o indirectamente, son también víctimas de violencia de género.

"Vivir en un entorno de golpes y de insultos, y presenciar la victimización de sus madres, les crea una huella muy importante"

"Los niños son las verdaderas víctimas invisibles y, afortunadamente con la Ley de 2015 de Protección al Menor ya se incluyen como víctimas de violencia de género. Vivir en un entorno de golpes y de insultos, y presenciar la victimización de sus madres, les crea una huella muy importante. Es un maltrato continuado que debemos abordar porque los niños son los que necesitan nuestra protección", ha afirmado María Teresa Soy, supervisora de Consultas Externas en el Hospital Universitario 12 de Octubre (Comunidad de Madrid).

La también profesora de la EICS y la Universidad Francisco de Vitoria ha subrayado que las enfermeras tienen un rol imprescindible en cuanto a la detección, así como en el acompañamiento de los niños y las madres y en la prevención de que no se vuelva a repetir. "Hay que ser muy cauteloso y tener muchísima prudencia, porque un silencio de hoy puede ser una puerta abierta mañana, pero tiene que ser la propia víctima la que nos de la pista", ha constatado Soy, que ha puntualizado que lo que queda por hacer es formarse porque "la educación es la principal vacuna contra la violencia en todas sus formas".

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