¿Falta supervisión entre los EIR como le ocurre a los MIR?

Los médicos residentes han denunciado alguna vez la carga de trabajo y la deficiente supervisión por parte de sus responsables, una situación que podría trasladarse en el caso de Enfermería.

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La  falta de supervisión de los MIR, en ocasiones motivada por la carga asistencial, se ha puesto de manifesto en alguna ocasión tanto por parte de los especialistas como de los médicos en formación. Precisamente, residentes de los servicios de Urgencias del Hospital Virgen de la Nieves y del Campus se pusieron en huelga el pasado mes de abril reclamando, entre otras cuestiones, más supervisión por parte de sus responsables.

Este caso no es aislado, dado que a lo largo de este verano varios sindicatos médicos han denunciado el uso de los MIR como mano de obra barata. En este contexto, se podría pensar que la problemática afecta a otros residentes de Ciencias de la Salud, como por ejemplo, a los enfermeros. ¿Hay entonces una falta de supervisión entre los EIR? “En principio no hemos detectado que haya ese problema en Enfermería”, responde a ConSalud.es José Luis Cobos, vocal del Pleno del Consejo General de Enfermería.

Sin embargo, aunque la profesión no ha identificado incidencias en la supervisión de los EIR, Cobos reconoce que “sí hay una falta de enfermeros a nivel general” aunque ésta no ha afectado a los tutores, que como máximo se hacen cargo de cinco residentes cada uno porque “en Enfermería siempre ha habido una buena predisposición a la docencia aunque suponga un sobreesfuerzo para estos profesionales”, señala.

“La tutorización siempre debe contemplar el cumplimiento de los requisitos establecidos en las competencias profesionales de cada programa formativo”

En la actualidad la supervisión de los EIR está sujeta tanto a las directrices recogidas en los programas de las distintas especialidades como a los protocolos desarrollados en por las CC.AA. “La tutorización siempre debe contemplar el cumplimiento de los requisitos establecidos en las competencias profesionales de cada programa formativo”, recuerda Cobos y añade: “Todas las unidades docentes tienen que cumplir con ese criterio básico: supervisar cada una de las prácticas profesionales”.

Pero, ¿cómo conseguir un equilibrio entre la supervisión de los EIR y la adquisición de las competencias? “Siempre que la dotación de las plantillas sea acorde a las necesidades y se pueda cubrir ese cupo de cinco residentes como máximo por tutor”, advierte el vocal del Pleno del Consejo General de Enfermería.

EL LIBRO DEL RESIDENTE

Otra herramienta importante para la supervisión de los EIR, y del resto especialistas en formación de Ciencias de la Salud, es el libro del residente dónde se recopila la actividad asistencial de los futuros enfermeros.

“En Enfermería, como el reconocimiento de las especialidades es relativamente reciente, no se espera ninguna actualización próximamente, aunque las Comisiones Nacionales son las encargadas de ir revisándolos en caso de que necesiten alguna modificación”, concluye Cobos.

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