Esteban Jódar, coordinador del Annual Review of Congresses (ARC) en riesgo cardiovascular, adelanta en exclusiva a ConSalud.es las claves del congreso organizado por Luzán 5 para hacer una revisión de los principales hallazgos en relación al RCV.
En esta segunda edición, la consultora de salud ha diseñado una metodología específica para la celebración de eventos online, garantizando un formato ágil y participativo.
Tras el interés que suscitó el pasado año el primer ARC RCV, Luzán 5 apuesta por una nueva edición, que se celebrará del 29 de enero al 12 de febrero. ¿En qué consistirá este congreso?
Es una reunión para revisar las comunicaciones más importantes relacionadas con el riesgo cardiovascular del año previo, poniendo el foco en el abordaje multidisciplinar. Para ello, integramos en el congreso los puntos de vista de todos los actores implicados. Cardiólogos, internistas, nefrólogos, neurólogos, endocrinos o médicos dedicados a urgencias, tendrán voz en el ARC en riesgo cardiovascular.
¿Qué congresos y publicaciones se revisarán?
Se hará un repaso sobre congresos en su mayoría americanos dedicados a las especialidades relacionadas con el riesgo cardiovascular. Por mencionar algunos de los más recientes: el 80th American Diabetes AssociationScientificSessions, el American Heart AsociationScientificSessions 2020 o el CongressEuropeanSocietyofCardiology 2020.
"La pandemia, el estado de alarma y el aislamiento han revolucionado totalmente la forma de actualizarse de los profesionales sanitarios"
¿Qué aporta un evento como este a los asistentes?
Los médicos cada vez encontramos más dificultades para formarnos y la oferta es muy dispersa. Lo positivo de un evento como el ARC es que te permite actualizarte en tan sólo un fin de semana de forma exhaustiva pero dinámica, debatiendo con algunos de los mejores expertos y con la posibilidad de acceder posteriormente a un curso acreditado. Además, es también una oportunidad para hacer networking tanto con líderes de opinión como con colegas de distintas especialidades. Todo ello, en un formato muy comprimido, lo que hace que se robe muy poco tiempo al asistente.
Teniendo en cuenta que este año hay que adaptarse a la pandemia, ¿cómo se va a desarrollar el simposium?
El ARC RCV 2021 va a ser 100% online. A partir del 29 de enero los congresistas podrán acceder a ponencias grabadas, de manera que pueden visualizarlas en el momento que mejor les venga. El congreso culmina el 12 de febrero con un debate entre revisores que será transmitido vía streaming y en el que esperamos que nuestros colegas participen tan activamente como en otras reuniones que hemos tenido presenciales.
¿Qué temas se van a tratar en esta edición?
Este año hemos preparado cuatro grandes mesas temáticas para hablar de insuficiencia cardiorrenal, coagulación, control intensivo de los lípidos y de lo que ya conocemos como “diabesidad”, es decir obesidad y diabetes. Nos centraremos en nuevos datos de ensayos clínicos tanto de fármacos que están por llegar, como de terapias que ya están a nuestra disposición y cuyo uso deberíamos empezar a cambiar en la práctica clínica.
En cuanto a la dinámica, cada mesa arrancará con una rápida explicación por parte del moderador sobre cómo estaba el tema hasta principios del año pasado y posteriormente cada uno de los revisores nos dará una visión muy rápida de un par de comunicaciones relevantes y de mayor impacto en la práctica clínica.
Otros ARC suman ya hasta diez ediciones ¿cómo ve el futuro del de riesgo cardiovascular?
Realmente el ARC RCV ha dado unos primeros pasos que han sido muy firmes. El año pasado contamos con diez líderes de opinión, 185 participantes y una audiencia cercana a los 297.000 profesionales en cuanto a los impactos en medios. Nuestro objetivo es que se consolide y se transforme en un clásico. Este año nos toca enfrentar la dificultad de los tiempos que corren y de estos nuevos formatos virtuales, pero tiene una clara vocación de volver a un formato presencial en cuanto sea posible para convertirse en un clásico de la formación en riesgo cardiovascular.
Por último, entendiendo que la COVID-19 ha hecho que este año sea aún más difícil estar al día¿esperan mayor interés por parte de los sanitarios?
La pandemia, el estado de alarma y el aislamiento han revolucionado totalmente la forma de actualizarse de los profesionales sanitarios. La oferta de webinar está siendo muy difícil de manejar y, por tanto, es un desafío liderar una reunión que pueda captar la interacción de nuestros colegas. Pero sigo pensando que este congreso es único por su foco, al recoger intervenciones que pueden reducir de forma muy notable el riesgo cardiovasucar de pacientes que, afortunadamente, ya vemos como un todo y no únicamente como un problema de lípidos, de coagulación o de diabetes. Ese foco es clave y lo es también el que sea multidisciplinar. También creo que marca la diferencia el hecho de que el ARC supone una concentración de ciencia amenizada con mucha interacción y discusión, lo que lo convierte en un evento único, que esperamos que sea de interés para todos nuestros colegas.