Los profesionales sanitarios, claves en el cribado de violencia de género

Resulta evidente que la violencia contra la mujer en la pareja constituye un importante problema de salud pública, tanto por su creciente incidencia y mortalidad como por las graves consecuencias que puede tener en la salud de las mujeres.

Procesos de cribado en el ámbito sanitario
Procesos de cribado en el ámbito sanitario
CS
25 noviembre 2017 | 00:00 h
Archivado en:

La cifra de mujeres asesinadas por violencia de género en lo que llevamos de año en España se ha elevado este viernes a 45. Según ha explicado el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, la última víctima ha sido una mujer alemana, asesinada de un disparo por su expareja en la localidad de Vinarós (Castellón).

En el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra cada 25 de noviembre, resulta evidente que la violencia contra la mujer en la pareja constituye un importante problema de salud pública, tanto por su creciente incidencia y mortalidad como por las graves consecuencias que puede tener en la salud de las mujeres.

Por este motivo, el Observatorio de Salud de la Mujer y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad disponen de un informe sobre los procesos de cribado que se deben efectuar desde el ámbito sanitario para detectar la violencia contra la mujer.

Las herramientas de cribado consisten, fundamentalmente, en pruebas para detectar "casos probables" de violencia contra la mujer en la pareja

El documento se agrupa en torno a cuatro categorías, que se cimientan sobre los instrumentos utilizados a nivel internacional. Uno de los más destacados son las herramientas de cribado o screening, que consisten, fundamentalmente, en pruebas o tests rápidos para detectar “casos probables” de violencia contra la mujer en la pareja.

En el seno de la segunda categoría se englobarían los instrumentos de diagnóstico, donde se ejecutaría un examen más cuidadoso para la confirmación y valoración por parte de los profesionales sanitarios de los “casos sospechosos” de maltrato.

Acto seguido, se aplicarían otra serie de instrumentos de valoración del riesgo de maltrato, aplicables sobre la persona maltratadora y en la detección de la probabilidad de reincidencia. Finalmente, los sondeos epidemiológicos y las encuestas a gran escala realizadas sobre muestras representativas de la población se engloban en la cuarta categoría.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído