Otros estudios indican que las altas expectativas y los ideales desconectados de la realidad hacen que los sanitarios con más vocación tengan mayor tendencia a “quemarse” emocionalmente
No obstante, un reciente estudio publicado por la revista Reidocrea de la Universidad de Granada desmonta esta posibilidad, al encontrar, en una muestra de 43 profesionales sanitarios, una relación directa entre una mayor vocación y un menor cansancio emocional, y viceversa. “La vocación por el trabajo puede ser un arma de doble filo, y por tanto, brindar satisfacción si se crece profesionalmente, y de este modo, resistir el cansancio emocional”, señalan los autores del estudio, citando a Alejandro Néstor.
De esta forma, los sanitarios que muestran una actitud más apasionada por su profesión, son más resistente al estrés laboral, un problema muy común entre los profesionales, y que suele estar causado por el exceso de trabajo, la desmoralización y pérdida de ilusión o la decepción.
Pero, además de ello, el estudio también halló una cierta relación entre una mayor vocación y un mayor sentimiento de realización personal por parte del profesional, al tiempo que un menor sentimiento de “despersonalización” durante su trabajo, otro de los aspectos fundamentales del Burnout.
Y es que, según otros autores, determinadas áreas sanitarias requieren una dedicación y vocación muy definida, estabilidad psicológica y emocional, y una salud física y capacidad de trabajo que permita hacer frente a la gran carga asistencial y emocional de estas unidades.
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