“Es un sinsentido que la administración se esté gastando el dinero en formar a especialistas para luego no recuperar la inversión, puesto que esa formación no revierte en el usuario”
El motivo, como explica a Consalud.es Mar Rocha, portavoz del sindicato de Enfermería (Satse), se debe a la “desmotivación” de los profesionales por la falta de reconocimiento que tienen las especialidades enfermeras. Es decir, que a nivel laboral, apenas sirve de nada hace el EIR.“La formación especializada supone un gran esfuerzo. Pero luego, salvo en el caso de la especialidad de Obstétrico-Ginecología (matronas) no hay reconocimiento. En algunos servicios de salud se llega a reconocer la categoría, pero no hay catalogación de puestos, no se cubren los puestos con especialistas, y además no se remunera a los mismos correctamente”, señala la portavoz sindical.
Un ejemplo de ello es el de Enfermería Geriátrica que, pese a contar con 19 de las 994 plazas totales para el EIR de 2017, sólo está reconocida laboralmente en Canarias y Castilla y León. Esta misma semana, no obstante, Andalucía ha publicado una orden por la que crea la categoría profesional estatutaria para todas las enfermeras especialistas, aunque la orden ha de desarrollarse posteriormente.
“Es un sinsentido que la administración se esté gastando el dinero en formar a especialistas para luego no recuperar la inversión, puesto que esa formación no revierte en el usuario, que es de lo que se trata”, añade Mar Rocha que, si bien, asegura que también hay muchos profesionales que deciden apostar por el EIR “porque sigue siendo una formación añadida, que es muy valiosa”.
PÉRDIDA DE TALENTO
La representante de los profesionales de la Enfermería entiende así el descontento de la profesión con el sistema de especialización por su falta de utilidad laboral. “Si ya cuesta encontrar un empleo como graduado, como especialista es aún más difícil. Esto está haciendo que muchos jóvenes estén decidiendo directamente emigrar al acabar la carrera”, afirma Mar Rocha.
La portavoz lamenta así que, “con todo lo que luchamos para lograr el reconocimiento de las especialidades, luego tengan tan poca valía de cara la administración” por lo que, considera, los gobierno autonómicos debería tratar de “recuperar el talento que se está perdiendo” con el actual funcionamiento del sistema.
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