El Supremo confirma una pena de prisión al exjefe de la Farmacia Depósito del Gómez Ulla

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 2 años y 9 meses de prisión a un coronel, que en 2019 era jefe de la Farmacia Depósito de la Inspección General de Sanidad de la Defensa situada dentro del Hospital Militar Central de la Defensa - Gómez Ulla.

Fachada del Tribunal Supremo. (Foto. Consejo General del Poder Judicial)
Fachada del Tribunal Supremo. (Foto. Consejo General del Poder Judicial)
29 octubre 2021 | 09:30 h

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 2 años y 9 meses de prisión a un coronel, que en 2019 era jefe de la Farmacia Depósito de la Inspección General de Sanidad de la Defensa situada dentro del Hospital Militar Central de la Defensa (HMCD), ‘Gómez Ulla’, por un delito consumado de abuso de autoridad, en su modalidad de realizar sobre un subordinado actos de abuso sexual, en concurso con otro delito consumado de abuso sexual sin acceso carnal contra una teniente enfermero del Servicio de Urgencias de dicho hospital. 

La Sala desestima el recurso de casación planteado por el condenado contra la sentencia del Tribunal Militar Central que le impuso la citada pena de prisión, con las accesorias de inhabilitación de suspensión militar de empleo y de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo, ambas por el tiempo de duración de la prisión, además del pago de una indemnización de 5.000 euros por el daño moral causado a la mujer

La Sala desestima el recurso de casación planteado por el condenado contra la sentencia del Tribunal Militar Central que le impuso la citada pena de prisión, con las accesorias de inhabilitación de suspensión militar de empleo y de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo, ambas por el tiempo de duración de la prisión

El relato de hechos probados recoge que, el 24 de julio de 2019, el coronel, repentina e inesperadamente besó en los labios a la teniente cuando se encontraban en el sótano almacén de la Farmacia, a donde él le dijo que le acompañara para darle unos tubos de protección solar. La teniente, que en ningún momento había consentido, se desasió y le dijo que no quería nada con él, recordándole que él tenía familia. Pese a su negativa, el coronel volvió a besarla. Posteriormente, en el despacho, la besó otra vez en la boca. Además de besarla, dos veces en el sótano y una en el despacho, realizó tocamientos primero en las nalgas, después en el pecho y por último en los genitales de la mujer. 

El coronel envió a la teniente un mensaje de WhatsApp en el que le decía que habían sido unos "besos maravillosos". La víctima le contestó: “sus besos y manoseos forzados me dan asco. Lo peor que ha utilizado su graduación sabiendo que siempre voy a ser la perjudicada”. El condenado le pidió perdón a través de mensajes enviados desde la misma aplicación en distintas ocasiones. La teniente no respondió a ninguno de ellos, según los hechos probados. 

La Sala indica que comparte el hilo argumental y la exposición de la sentencia recurrida, que consideró que la versión de la teniente sobre lo ocurrido el 24 de julio, corroborado por los testimonios, periciales y mensajes de WhatsApp, era creíble y constituía prueba de cargo suficiente para sustentar el relato de hechos probados frente a la versión del coronel.

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