Contra el estigma del VIH, ¿todos de acuerdo?

CS
La cuestión que se incluye en el titular de este artículo no es una pregunta retórica. Pediría, es más, exigiría desde mi humilde posición de simple ciudadano, que todos y cada uno de los políticos españoles se manifestaran al respecto. Los pacientes con VIH en España están discriminados. No es nada nuevo, tanto ellos como los profesionales sanitarios lo denuncian desde hace años y nadie hace nada al respecto.

Las personas seropositivas no pueden acceder a servicios públicos como centros de día o residencias
Esta semana, precisamente, el grupo encargado de estudiar el sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), GeSIDA, ha pedido a los distintos grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y a las administraciones autonómicas que tomen cartas en el asunto cambiando, por ejemplo, la consideración del VIH como enfermedad infecto-contagiosa a infecto-transmisible.

El hecho de que en la actualidad se mantenga la citada calificación errónea, impide que una persona portadora del virus del VIH (se calcula que en España serían entre 130.000 y 160.000 personas) y que se encuentre en buenas condiciones psíquicas o físicas, pueda acceder a determinados puestos de la administración pública, tales como policía, guardia civil, miembro del Ejército o funcionario de prisiones, al estar incluido el sida entre el listado de enfermedades con exclusión médica. Esta clasificación también imposibilita que personas seropositivas accedan a servicios como centros de día o residencias, entre otros muchos recursos públicos.

"¿Es justificable una abstención desfavorable a un grupo de pacientes?"
La Comunidad Foral de Navarra es, como en otros muchos ámbitos, un ejemplo a seguir. En este caso, su Parlamento ha aprobado una proposición que modifica la ley para la defensa de consumidores y usuarios, de forma que se declaran nulas y no vinculantes las cláusulas, estipulaciones, condiciones o pactos que excluyeran a una de las partes por tener VIH. Esta medida ha obtenido el voto favorable de todos los grupos, a excepción del Partido Popular. ¿Es justificable una abstención desfavorable a un grupo de pacientes?

Los partidos emergentes continúan llevando el estandarte del compromiso, al menos en este asunto, y sacan ventaja al resto con sus reacciones a problemáticas de este tipo. Tanto Ciudadanos como Unidos Podemos han presentado recientemente en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley con la que solicitan este cambio de clasificación del VIH. Atienden así a las reclamaciones que desde hace años gritan distintas organizaciones de lucha contra la enfermedad, sociedades científicas y sindicatos de trabajadores.

Pero no es suficiente. Estas iniciativas corren un riesgo elevado de quedarse en “papel mojado” si no se actúa con contundencia política. El típico “diálogo”, tan recurrido en los discursos de los políticos de turno, no sirve para solucionar el problema. Aquí hay que actuar de una vez por todas, más aun cuando todos se comprometen a luchar contra el estigma social que padecen estos pacientes. Dejemos las excusas y pongámonos de acuerdo.

Andrés Lijarcio
Redactor jefe de ConSalud.es


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