Muestra de ello son los resultados extraídos de un nuevo estudio científico dirigida por la doctora Andrea A. Zin, del Instituto Nacional Fernandes Figueira de Saúde, da Criança e do Adolescenteda Mulher, de Brasil. Un informe que constata la presencia de anomalías oculares en niños nacidos de madres que contrajeron el virus zika durante el embarazo.
En el estudio se examinaron a 112 niños, de hasta un año, nacidos de madres con una infección confirmada por zika. De ellos, casi la mitad de los niños con infección congénita confirmada por zika presentaron anomalías oculares como primera manifestación evidente de la enfermedad causada por este virus. Aunque los autores reconocen que "no pueden afirmar con absoluta certeza" que todas las anomalías oculares puedan ser atribuibles a la infección por el zika.
Un 41,7 % de los niños que presentaron anomalías oculares no padecían microcefalia
Por otra parte, un 21,4 % de los bebés registraron anomalías en los ojos, especialmente en el nervio óptico y en la retina, que hacían peligrar su capacidad de visión. Además, otro dato interesante es que un41,7 % de los niños que presentaron anomalías oculares no padecían microcefalia y que un tercio no registró ningún problema en el sistema nervioso central.Respecto al momento en el que la madre fue contagiada, casi un 60 % de los niños con anomalías en los ojos nacieron de mujeres infectadas con zika en el primer trimestre de su embarazo, un tercio en el segundo trimestre y un 8,3 % en el tercer trimestre.
Por lo tanto, la revisión de los niños para detectar posible anomalías es necesario. "Todos los lactantes con una exposición materna potencial al virus en cualquier momento del embarazo deben someterse a exámenes oculares de detección, independientemente de la presencia o ausencia de anomalías en el sistema nervioso central", ha sentenciado la investigación.