La escasez de higiene, causa principal de la aparición de tapones en el oído

Las glándulas del conducto auditivo segregan una sustancia natural, con función antimicrobiana de limpieza y protección, comúnmente llamada cera o cerumen. Este componente graso trata de prevenir de posibles infecciones de oído, como la otitis, y ayuda a protegerlo de potenciales factores externos que pueden ser dañinos. Sin embargo, una escasa e incorrecta higiene puede desencadenar en la aparición de los conocidos tapones.

Entre las causas, como apunta la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), destacan la dejadez en la limpieza de los oídos o el empleo de utensilios como los bastoncillos de algodón “que no limpian en profundidad”. Por otra parte, el componente biológico también puede ser responsable cuando, por ejemplo, existe una irritación del PH natural.

En el momento de su aparición, los profesionales sanitarios recomiendan acudir precisamente a un médico especialista para que compruebe que realmente existe. Una vez confirmado, y antes de proceder a realizar la extracción del mismo, instan a los pacientes a aplicarse medicamentos encargados de reblandecer el cerumen y lograr su disolución. Posteriormente, se procedería a su extracción, la cual “en ningún momento” debe hacerse por su cuenta.

Comúnmente, los profesionales sanitarios utilizan para ello una jeringuilla llena de agua tibia con la que realizan una leve presión, ejerciendo así un lavado del oído de manera preventiva que evita la lesión del tímpano. Además de este lavado, se puede utilizar la succión que permite la extracción completa del tapón.

Sobre este aspecto, existen webs de salud y bienestar como la de Reig Jofré, ORL salud y bienestar, en la que se puede encontrar información referente a los tapones de oído, con consejos y productos farmacológicos para un mejor cuidado de los mismos. En todo caso, los profesionales sanitarios recomiendan aumentar el número de revisiones conforme aumenta la edad con el fin de detectar otras dolencias que sean causadas por los tapones.

Y es que una acumulación contundente de cerumen, según la SEORL, puede ocasionar la obstrucción del conducto auditivo y, como consecuencia, una pérdida parcial de la percepción de sonido que llega del exterior. Aunque no se considera una dolencia grave, los profesionales insisten en cuidar los hábitos de higiene para evitar la aparición de problemas más graves.