Los lavados nasales son recomendados por los médicos, de manera habitual, tanto para la higiene normal de la nariz como para la rinitis de cualquier tipo
Una de las enfermedades que más aparecen como consecuencia del contexto anterior es la rinitis, una inflamación de la mucosa de la nariz cuyos síntomas más conocidos son los estornudos, la congestión nasal o la rinorrea, signos que pueden estar acompañados de otras manifestaciones físicas como el picor o el lagrimeo y escozor de los ojos.Así, existen varios tipos de rinitis como consecuencia de la variedad en su reproducción. Una de las más comunes es la rinitis alérgica, que según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) la padece más del 20% de la población española. No obstante, también están la rinitis aguda, más asociada al catarro o resfriado común, y rinitis de tipo no alérgico como la hormonal, la hipertrófica, la atrófica o la vasomotora.
Para remediar estas situaciones, aunque dependiendo de su tipología y gravedad, suele ser habitual que los médicos recomienden lavados nasales, que suele indicarse para la higiene normal de la nariz y para la rinitis de cualquier tipo. Por ello, en webs de salud y bienestar como la de Reig Jofré se puede encontrar información referente a este tipo de infecciones comunes, con recomendaciones y productos farmacológicos para tratarla.
Este tipo de soluciones "aportan un beneficio añadido", según el Dr. Joan Montserrat, y serviría para evitar mayores infecciones u otro tipo de problemas como la cefalea
Según el Dr. Joan Montserrat i Gili, jefe clínico de la Sección de Rinología del Hospital de Sant Pau en Barcelona, estos lavados con soluciones fisiológicas “aportan un beneficio añadido”. Normalmente, estos se habían estado aplicando mediante sistemas como la pera de goma o la jeringa. No obstante, los dispositivos actuales han facilitado la aplicación de la correspondiente dosis de lavado a través de aerosoles que ejercen una presión más controlada con el fin de evitar posibles irritaciones.La nariz adquiere una especial importancia, como órgano del sistema respiratorio, pues se encarga de filtrar, humedecer y adecuar la temperatura del aire que respiramos para llevarlo en las mejores condiciones al interior del organismo. Por estos motivos, los facultativos recomiendan prestarle una atención importante y así evitar mayores infecciones o problemas más graves como la cefalea.
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