MACE: La aplicación que monitoriza las muertes provocadas por el exceso de calor

Desde el CSIC, se ha creado una aplicación abierta al público que permite calcular las muertes atribuibles al calor: “MACE”

Aurelio Tobías, investigador científico del CSIC (Foto: Aurelio Tobías)
Aurelio Tobías, investigador científico del CSIC (Foto: Aurelio Tobías)
Noelia Hernández
23 octubre 2023 | 00:00 h
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El calor extremo de los últimos veranos está provocando numerosas muertes. En este mismo 2023 se han llegado a producir más de 2.800 muertes atribuibles al exceso de calor. Es por ello que, desde el ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas (CSIC), se ha creado una aplicación abierta al público que permite calcular las muertes atribuibles al calor: “MACE”.

Se trata de una aplicación llamada "Mortalidad Atribuible por Calor en España (MACE)" que mide estas muertes y las distribuye entre fallecimientos derivados del calor moderado, el calor extremo y el calor excesivo de los meses de junio a agosto en España. El equipo de investigadores pertenece al Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), la Universidad de Valencia (UV) y la Fundación para la Investigación del Clima (FIC). Además, los investigadores se han servido de los datos oficiales del sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MOMO) y de las temperaturas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Así, han dado con una aplicación a la que cualquier persona puede acceder a través de Internet. “La aplicación de lo que trata es de monitorizar cómo van impactando las temperaturas del verano sobre la salud casi en tiempo real”, explica Aurelio Tobías, investigador científico del CSIC a SaluDigital. Hasta el momento, los únicos datos disponibles relativos a la salud y el calor eran los de la mortalidad diaria que recoge el sistema MOMO.

La aplicación monitoriza cómo van impactando las temperaturas del verano sobre la salud casi en tiempo real

“Lo que hacemos es cruzar esos datos con las temperaturas diarias en tiempo real de la AEMET”, informa Tobías. A través de otros estudios previos, “ya conocemos cual es la asociación entre la temperatura y la mortalidad, y cómo impacta el calor”. Con ello, se proyectan los datos que se han recogido diariamente. Con esta información se podría incluso poder llegar a predecir estas muertes. “Así tenemos una idea de cómoafectan las temperaturas a la salud, especialmente en los días de calor extremo”.

El objetivo principal de este proyecto es que “la población sea consciente de la cantidad de personas que pueden llegar a fallecer por el calor, o del riesgo que conllevan las altas temperaturas”, afirma Tobías. La importancia de esto en España es aún mayor, pues los últimos veranos han sido especialmente duros en este sentido.

Igualmente, el experto recalca que “todavía existe una creencia errónea” sobre las muertes atribuibles al exceso de temperatura. “Cuando se habla de mortalidad por calor, mucha gente cree que se trata de golpes de calor, y esto realmente no es cierto”.

Cuando se habla de de mortalidad por calor, mucha gente cree que se trata de golpes de calor, y esto realmente no es cierto

De hecho, las personas que fallecen específicamente por golpes de calor son muy pocas. “Las temperaturas muy altas durante el verano a quienes más afectan es a personas vulnerables”. Es decir, las personas que fallecen por causa del calor suelen ser mayores de 65 años y que ya tienen alguna patología cardiovascular de base, según los datos del investigador. El calor en este caso sería el “disparador” que lleva a la causa de la muerte de la persona.

Este proyecto, aclara Tobías, “surgió el pasado año cuando vimos que estaba siendo un verano extremadamente caluroso”. Tras el periodo estival, “decidimos calcular cuántas personas habían fallecido por altas temperaturas”.  Al ver que este verano del 2023 iba a ser igualmente muy caluroso, “decidimos hacer algo distinto” este año. “Podíamos simplemente esperar a que pasara el verano y recoger los datos para hacer una publicación”, afirma. No obstante, “vimos que sería más práctico tratar de aplicar la investigación a una transferencia de tecnología que pudiese impactar de alguna manera en la sociedad”.

Es decir, “que lo que hiciéramos fuese realmente útil, no sólo un informe más en términos académicos”. De hecho, y de cara al futuro, “estamos pensando en ampliar el proyecto para el próximo verano y, en lugar de empezar en junio y acabar en agosto, recabar datos de más meses”.  Finalmente, el investigador científico también comenta que todos los datos que se recaben se quieren publicar no sólo a nivel nacional, si no también provincial.

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