El rol clave de la enfermera en la prevención, detección y cuidado de la Enfermedad Renal Crónica

Por Patricia Arribas, supervisora de Nefrología en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y exvicepresidenta de la SEDEN. Miembro del Comité Asesor del programa IntERCede impulsado por Boehringer Ingelheim por un mejor abordaje de la ERC

Patricia Arribas, supervisora de Nefrología en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y exvicepresidenta de la SEDEN
Patricia Arribas, supervisora de Nefrología en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y exvicepresidenta de la SEDEN
Patricia Arribas
7 marzo 2024 | 09:35 h

La Enfermedad Renal Crónica (ERC), pese a afectar a millones de españoles, se enfrenta todavía a importantes retos que dificultan avanzar hacia modelos óptimos de atención a estos pacientes.

Por un lado, la ausencia de síntomas claros hasta estadios muy avanzados de la enfermedad nos dificulta la detección temprana y precoz de los pacientes, lo cual deriva en una elevada tasa de infradiagnóstico y de hospitalizaciones. Y, en consecuencia, supone un incremento de pacientes que requieren de un Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir, un tratamiento de diálisis o trasplante tras una falla renal.

Por otro lado, debido al reto de evaluar al paciente, que con frecuencia presenta comorbilidades y condiciones pluripatológicas, y también considerando la excesiva carga asistencial a la que se enfrenta la Atención Primaria (AP), existen hoy en día importantes barreras para asegurar una adecuada coordinación y derivación a tiempo desde AP a las consultas de atención especializada en Nefrología. Esto impacta negativamente en el seguimiento de estos pacientes y dificulta garantizar una correcta continuidad asistencial.

Para dar respuesta a estos desafíos desde un abordaje multidisciplinar, en el marco del programa intERCede (Modelos Asistenciales de Atención al Paciente con Enfermedad Renal Crónica) hemos llevado a cabo un análisis del proceso asistencial actual de estos pacientes en el que se identifica que la práctica de enfermería juega un rol activo y clave en el manejo de la ERC, por ejemplo, como responsable de impartir una adecuada educación sanitaria para promover la prevención, realizar las pruebas diagnósticas y cribados para mejorar la detección precoz, o asegurar el cuidado y seguimiento integral de estos pacientes.

En el caso de la enfermería de Atención Primaria (AP), tiene un papel clave en la prevención, el cribado, la detección temprana y la coordinación con los equipos especializados para la derivación de pacientes. El médico de familia a menudo supone la primera toma de contacto que el paciente renal tiene con el sistema de salud, y dado el alto volumen de pacientes en Atención Primaria, es primordial diseñar un nuevo modelo asistencial integrado que permita a los profesionales cumplir con los objetivos en los que su papel es esencial: retrasar tanto como sea posible la progresión de la ERC y detectar a tiempo nuevos casos para activar su abordaje específico.

En este sentido, la enfermería de AP desempeña una función esencial tanto en prevención primaria, realizando tareas como, por ejemplo, ejercer un rol de educación para la prevención mediante la transmisión de hábitos de vida saludable a los pacientes y participando en pruebas para determinar el filtrado glomerular estimado o la medición del cociente albúmina/creatinina que permiten estratificar la enfermedad renal crónica. Como también en prevención secundaria, para el propio cribado de los pacientes y su correspondiente derivación ante la detección de factores de riesgo o comorbilidades.

Tras el diagnóstico y el cribado, el cuidado del paciente debe ser óptimo. Llegados a este punto en el que el paciente renal ha sido derivado a unidades especializadas, desde enfermería nefrológica nos encargamos de realizar el seguimiento específico del paciente, involucrarlo en la toma de decisiones para definir el tratamiento adecuado a su caso y acompañarlo en la convivencia con la patología formándolo sobre las características de cada etapa.

Además, a causa del gran impacto de esta patología en la calidad de vida del paciente, los profesionales de enfermería nefrológica también somos responsables de atender al apoyo psicológico del paciente y de su entorno construyendo un vínculo de confianza con ellos en el que puedan compartir inquietudes y se fomente la proactividad del paciente con respecto a su salud. Debido a este rol tan transversal de seguimiento, la práctica de enfermería nefrológica es la encargada de coordinar a los distintos profesionales que participan en el cuidado específico del paciente: desde nefrología hasta el equipo de diálisis peritoneal, hemodiálisis, trasplante o también la propia atención primaria.

En este último punto, en enfermería nefrológica compartimos con Atención Primaria la capacidad de actuar como nexo entre niveles asistenciales, entre profesionales y también como punto de contacto directo con el paciente. Por ello es importante que mantengamos los canales de comunicación abiertos entre ambos equipos y, así, promover la interconsulta desde el cribado hasta el seguimiento. El objetivo final: ofrecer al paciente un manejo integral y continuado en sus cuidados para, al mismo tiempo, contribuir a la sostenibilidad del sistema nacional de salud.

En conclusión, la enfermedad renal crónica se enfrenta a un desafío urgente en el que la práctica de la enfermería tiene un papel clave para lograr un cambio de paradigma en la atención sanitaria de estos pacientes: promover la prevención y la detección precoz para diagnosticar antes y a tiempo a los pacientes, evitando así la progresión de la enfermedad y la necesidad de diálisis o trasplante renal.
 

Sobre la autora: 
Patricia Arribas Cobo, de formación enfermera, es actualmente supervisora del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y fue vicepresidenta de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica desde 2018 hasta octubre de 2023. A lo largo de su trayectoria profesional ha sido destacada con reconocimientos como el premio Lola Andreu 2013-2014 de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica por su investigación sobre el protocolo de enfermería en el cuidado de catéteres en la práctica clínica de hemodiálisis. Comprometida con las enfermedades nefrológicas, el bienestar de los pacientes y la promoción de un rol más prevalente y reconocido de la enfermería, Arribas contribuye en el programa IntERCede de Boehringer Ingelheim. En él, forma parte del Comité Asesor encargado de desarrollar un informe que compartirá una descripción del contexto actual de la ERC en España, los principales retos que plantea y posibles líneas de actuación para resolverlos.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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