Los supervivientes de ataques cardíacos que aumentan la intensidad en su actividad física pueden vivir un porcentaje de tiempo mayor que aquellos que permanecen inactivos. Así lo sugiere un nuevo estudio publicado en la revista científica Journal of American Heart Association, una investigación que revela que los pacientes que estuvieron activos fueron un 71% menos propensos a morir durante el periodo del trabajo, de cuatro años de extensión.