El Gregorio Marañón será el primer centro público en tratar las adicciones a las nuevas tecnologías

AdCom Madrid es un espacio erigido en el Hospital Gregorio Marañón con tratamiento para las adicciones a las nuevas tecnologías, al juego o al sexo

Enrique Ruiz Escudero visita la inauguración del Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales (Foto. Comunidad de Madrid)
Enrique Ruiz Escudero visita la inauguración del Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales (Foto. Comunidad de Madrid)

Este martes el Hospital Gegrorio Marañón ha inaugurado AdCom Madrid, el Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales para los pacientes con adicciones como a las nuevas tecnologías y otras como las dependencias al juego, sexo o compras compulsivas. A la inauguración ha acudido el consejero de Sanidad,Enrique Ruiz Escudero, quien ha señalado que esta apuesta del Gobierno madrileño busca abordar un problema de salud mental emergente agravado durante la pandemia.

El equipo de AdCom Madrid está conformado por psiquiatras de adultos, niños y adolescentes, un psicólogo experto en adicciones, una enfermera experta en salud metal y un trabajador social. El centro atenderá desde una perspectiva sanitaria y psicosocial a las personas que muestran comportamientos adictivos en relación con el juego de apuestas, videojuegos, sexo, compras compulsivas y redes sociales. Se brindará a dos grupos poblacionales de forma diferenciada: los menores de 12 a 17 años de edad, acompañados de sus padres o tutores; y adultos mayores de 18 años.

Los pacientes podrán acceder directamente a este dispositivo a través de la autocita

Serán los propios pacientes los que podrán acceder directamente a este dispositivo a través de la autocita, sin tener que pasar por el médico de familia ni el centro de salud mental. Los pacientes serán cribados a través de un cuestionario digital y posteriormente citados en consulta para una evaluación más exhaustiva si tiene un problema de adicción que afecta a su salud mental; si existe un uso problemático, pero no existe adicción, se deriva a dispositivos donde la persona recibirá información y formación para el buen uso de esas conductas; si no existe adicción ni uso problemático, se le comunica, pero no se le dará cita.

La enfermera será la primera que tendrá contacto con el paciente una vez se determine la necesidad de un tratamiento en el centro de adiccioes. A continuación, será atendido por un psiquiatra, luego por un psicólogo y, según necesidades no sanitarias, tendrá una cita con Trabajo Social. A partir de la primera evaluación se ofrecerá al paciente un plan individual de tratamiento que incluirá seguimiento y tratamiento psiquiátrico y psicoterapia individual y/o grupal. La intervención grupal estará dirigida a desarrollar en los pacientes un mejor control de los impulsos implicados en su adicción.

Con ello, la Comunidad de Madrid busca atajar un problema de adicción que lleva creciendo durante años y se ha agravado durante la pandemia. Solo en 2020 la región atendió a  4.465 personas, un 50% más que en el 2018.

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