El Pleno de las Cortes de Castilla y León ha vivido este martes un cruce de declaraciones entre la oposición y el Gobierno del Partido Popular por cómo está gestionando la sanidad el consejero Antonio María Sáez Aguado, después de varias semanas en las que está recibiendo las críticas de los grupos políticos, los profesionales y asociaciones de pacientes.
En una respuesta al PSOE en el pleno, recogida por La Gaceta de Salamanca, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha reconocido que existen “muchas cosas que mejorar”. Aún así, ha manifestado que están “unidos trabajando” y que el consejero de Sanidad “cuenta con el apoyo del presidente, de todo el Gobierno y de 42 procuradores que le apoyan y van a seguir haciéndolo hasta final de legislatura”.
Herrera cree que la sanidad autonómica "está ordenada", a diferencia de lo que declaró Alfonso Fernández Mañueco, presidente del PP en esta región, al asegurar que los recursos sanitarios están "desordenados"
Por otra parte, Herrera ha defendido que la sanidad en esta comunidad “está ordenada”. De esta manera, ha respondido a las críticas internas que le han llegado del Partido Popular de esta región, cuyo presidente, Alfonso Fernández Mañueco, había asegurado que los recursos en el ámbito sanitario están “desordenados”.
CIUDADANOS LE ACUSA DE “INCAPACIDAD”
Durante el pleno también ha intervenido Manuel Mitadiel, portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Sanidad en Castilla y León, quien ha instado a Antonio María Sáez a “replantearse la gestión del modelo de Unidades de Gestión Clínica” después de que el Tribunal Superior de Justiciade Castilla y León(TSJCYL) haya emitido una sentencia en la que declaraba nula la creación de estos organismos.
Desde la formación naranja le reprochan que estas Unidades han sido construidas de forma “unilateral”, sin contar con la colaboración de sindicatos y asociaciones sanitarias. Considera, por ello, que se trata de “otro fracaso más de la gestión sanitaria del señor Aguado” y añade que este hecho “acredita la incapacidad de la Consejería de Sanidad de dialogar y llegar a acuerdos”.