Los ánimos en la sanidad catalana vuelven a estar caldeados, en esta ocasión, por como la gestión de la pandemia de coronavirus Covid-19 está repercutiendo en los profesionales sanitarios. ConSalud.es se hacía eco ayer del hartazgo del personal sanitario pero las consecuencias de este hastío y cansancio puede derivar en una huelga indefinida a la vuelta del verano. Así lo han asegurado fuentes de Metges de Catalunya (MC) a este diario, como un "escenario probable" ante la falta de una hoja de ruta del Govern en la que se sitúe a la Sanidad como una prioridad.
Estas mismas fuentes exigen tanto al Gobierno central como a la Generalitat que se pongan los recursos necesarios para "remontar el sistema sanitario público". "Me gustaría escucharles decir que para el próximo año y medio la Sanidad es una prioridad, un sector prioritario. Querríamos oír hoy que se van a revisar los presupuestos aprobados en las distintas comunidades autónomas para dedicar al menos el 7% del PIB a Sanidad, que es lo que recomienda la Unión Europea, porque ahora no llegamos ni al 5%", indican desde MC.
Tal y como relatan, ahora mismo en la sanidad catalana se necesita realizar un grueso de inversiones para poder implementar nueva tecnología, gestionar los brotes de coronavirus y los gastos derivados de la pandemia, contratar más personal y rastreadores. Pero apuntan que se debe ir más allá.
"Cataluña tenía una de las mejores sanidades de Europa y esto hace tiempo que dejó de ser así"
"Cataluña tenía una de las mejores sanidades de Europa y esto hace tiempo que dejó de ser así. Ahora mismo el sistema sanitario está agotado, sin un buen plan como el de nuestro país vecino, Francia, esto no se remonta ni en 20 años", explican a ConSalud.
"El hartazgo de los profesionales tiene unos límites. O las cosas cambian o esto puede acabar en una huelga en septiembre en Cataluña y de forma masiva en todo el español", advierten fuentes de esta organización sindical.
Las peticiones que hacen son claras: más formación para los profesionales sanitarios, mejorar sus condiciones laborales mermadas desde 2010, recuperar sus derechos recortados con la crisis económica de 2008 y solventar la falta actual de medios con planificación y "buenas inversiones", algo más que palabras.