Los pacientes y profesionales sanitarios han mostrado su indignación ante la negativa por parte del Ministerio de Sanidad, liderado por Salvador Illa y cuya directora general de Cartera Básica y Farmacia es Patricia Lacruz de suprimir el visado para la triple terapia de la EPOC.
En abril, mes en el que nuestro país estaba sumido en plena pandemia del SARS-CoV-2, la Asociación Nacional de Pacientes con EPOC (APEPOC) envió una carta a Illa en la que demandaba el "acceso inmediato" a los tratamientos indicados por el profesional sanitario de confianza, "sin trabas burocráticas y sin visado". El objetivo último, continuaba, es que "el paciente controle mejor sus síntomas, evite agudizaciones y, con ello, su ingreso hospitalario". "El visado afecta a 300.000 pacientes de EPOC severa", recordaban desde la Asociación.
Y es que suprimir el visado de inspección de la triple terapia de la EPOC supondría una clara mejora de la calidad de vida de los pacientes, facilitaría el acceso al mejor tratamiento, incrementaría la adherencia y acabaría con la falta de equidad derivada de la desigual implantación de sus requisitos en función del territorio y además, ahoraría entre un 15% y un 30% la factura de estas terapias al Estado. Consideran, por tanto, que las razones expresadas por el Ministerio de Sanidad para rechazar la eliminación del visado son inconsistentes.