Las nuevas generaciones de inhaladores, aliadas en la lucha contra la huella de carbono

Los nuevos inhaladores de polvo seco emiten menos cantidad de gases efecto invernadero que los inhaladores presurizados de dosis medias

Hombre con un inhalador (Foto. GSK)
Hombre con un inhalador (Foto. GSK)

Los inhaladores presurizados de dosis medidas (pMDI por sus siglas en ingles) son una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas sanitarios. Según un estudio de The Lancet Planetary Health de 2021, estos dispositivos son responsables del 3,2% de las emisiones de carbono del Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, por delante de los gases anestésico (1,92%), el gasoil (0,08%) y el carbón (0,04%). Una situación que las nuevas generaciones de inhaladores pueden revertir.

Los medicamentos inhalados no son el culpable en sí de la huella de carbono tras su toma, sino los propulsares que empujan el medicamento hacia las vías respiratorias del usuario. En este sentido, los nuevos inhaladores comercializados, conocidos como inhaladores de polvo seco (DPI), no cuentan con propulsores, lo que, según diferentes estudios, producen una huella de carbono de 10 a 30 veces más reducida que sus predecesores.

Compañías como GSK llevan dos años estudiando tecnología baja en carbono, que si tiene éxito, podría reducir las emisiones de su pMDI en aproximadamente un 90%

A su vez se están creando nuevas formulaciones con el objetivo de reducir las emisiones de carbono, sin perder seguridad, estabilidad o vida útil para el paciente. Compañías como GSK llevan dos años estudiando tecnología baja en carbono, que si tiene éxito, podría reducir las emisiones de su pMDI en aproximadamente un 90%.

EL IMPACTO EN EL MEDIOAMBIENTE Y LA SALUD

Según un informe del NHS de Inglaterra, si el 30% de los pacientes cambiaran a inhaladores sin propulsor y lograran resultados de salud equivalentes o mejores, se eliminaría casi la mitad de la huella de carbono de los inhaladores de dosis medidas. Unos 75 sistemas de salud que actualmente están comprometidos en la reducción de su huella de carbono se beneficiarían del uso de estos dispositivos.

El cambio de uso de inhaladores, como indica la Iniciativa Global para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés), ha de hacerlo los médicos

El cambio de uso de inhaladores, como indica la Iniciativa Global para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés), ha de hacerlo los médicos, siempre considerando primero el mejor medicamento y tipo de inhalador para lograr el mejor control de los síntomas de un individuo, si eso les permite elegir el inhalador, ellos y el paciente deben considerar el impacto ambiental.

“Un buen control del asma, independientemente del tipo de inhalador, se asocia con menores emisiones de carbono porque reduce la dependencia de las actividades intensivas en carbono que conllevan la hospitalización y la atención médica de emergencia”, recoge la GINA.

En países como España la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) indican que actualmente es posible utilizar dispositivos inhaladores de polvo seco o de niebla fina en nuevos pacientes mayores de 6 años o con flujo inspiratorio > 30 l/min (Guía GEMA 5.2), y recomienda dicho uso "siempre que estos inhaladores se consideren clínicamente adecuados por sus médicos".

Janson sugiere "la necesidad de una práctica de prescripción de inhaladores más uniforme y basada en resultados en toda Europa para mejorar la eficacia y la rentabilidad del tratamiento de las enfermedades obstructivas de las vías respiratorias”

En cuanto al cambio de prescripción por motivos no clínicos en pacientes ya tratados y controlados con inhaladores pMDI, desde la Aemps recuerdan la importancia de que sea el profesional sanitario quien autorice tal modificación. "Estos son los únicos que pueden decidir sobre el cambio de dispositivo de manera individualizada y consensuada con el paciente".

Christer Janson, profesor del Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Uppsala en Suecia, señala en un estudio publicado en ‘Respiratory Medicine’ que existe un alto grado de variabilidad en la prescripción de inhaladores entre países europeos. “Ya tenemos parte de la solución disponible", subraya Janson, por lo que sugiere en el estudio “la necesidad de una práctica de prescripción de inhaladores más uniforme y basada en resultados en toda Europa para mejorar la eficacia y la rentabilidad del tratamiento de las enfermedades obstructivas de las vías respiratorias”.

Actualmente los formatos de polvo seco están disponibles para que los Gobiernos fomenten su uso. Y en camino se encuentran e los inhaladores de propulsor con bajas emisiones de carbono, que se espera que lleguen en la segunda mitad de esta década, si los ensayos clínicos y los procesos regulatorios tienen éxito. Como destacan desde GSK, “los gobiernos deberían considerar preparar el terreno para una transición rápida y fluida que ayude tanto a las personas como al planeta”.

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