Los pros y contras de compartir el día a día con cáncer: "Yo quería escapar de la enfermedad"

El cáncer es un reto social y sanitario que nos compete a toda la población y en el que cada persona tiene un papel protagonista. Por eso, hay muchos que comparten su experiencia en redes sociales, pero no siempre es bueno.

Mujeres viendo el teléfono (Foto: Freepik)

Hace cuatro años a Paula le diagnosticaron un cáncer de mama, el más frecuente en mujeres españolas, ya que se estima que afecta a una de cada ocho mujeres. Tras un cirugía para extirpar el tumor y ciclos de quimioterapia, el cáncer desapareció, aunque sigue siendo paciente porque sigue en revisión y se supone que aún está en riesgo alto.

Tenía 28 años cuando su diagnóstico llegó. Es más, ella se considera una millennial ligada a una vida digital y las redes sociales. Sin embargo, durante todo el tiempo de recuperación de su enfermedad, para ella las redes sociales no existían. “Estaba tan enfrascada en la enfermedad y con tantas consultas que el tiempo que tenía lo quería disfrutar de otra manera y no darle tantas vueltas a la enfermedad. Yo salía de la quimio y me iba de concierto o me ponía a hacer cualquier cosa, porque yo quería escapar de la enfermedad”, cuenta.

Aunque nunca ocultó a nadie la enfermedad que padecía, ella misma decidió dejar de lado el cáncer lo máximo que pudo. Por eso, decidió no mostrar su proceso de recuperación a todos aquellas personas llamadas followers que conocía a través de sus redes sociales.

El cáncer es un reto social y sanitario que nos compete a toda la población y en el que cada persona tiene un papel protagonista. Las personas con esta enfermedad afrontan retos tan importantes como el desconocimiento de las diferentes repercusiones en las diferentes esferas de su vida. Es por ello que las redes sociales se han convertido en un altavoz para expresar, compartir y denunciar situaciones a las que da lugar enfermedades como el cáncer. Lo podemos ver en casos muy actuales, como ocurrió con Elena Huelva. La joven contó todo el proceso de la enfermedad hasta el día que falleció con la intención de darle más visibilidad.

"Yo salía de la quimio y me iba de concierto o me ponía a hacer cualquier cosa, porque yo quería escapar de la enfermedad"

Sin embargo, en redes sociales no todo es bueno. “Que una persona exponga de esta manera tan cruda su situación, no quiere decir que le va mejor que a otro. A veces es una forma de canalizar la ansiedady puede parecer que el que no explica cómo lo está pasando o no está teniendo esa actitud es que lo está haciendo mal o tiene algún problema. A veces hay pacientes que me dicen: ‘No lo estoy haciendo bien’ y yo lo que les respondo es que realmente están respondiendo a una situación estresante”, explica Tania Estape, presidenta de la Sociedad Española de Psicooncología y coordinadora de Psicooncología de la fundación FEFOC.

A nivel psicosocial tiene un gran impacto. Por desgracia, hay gente que se está exponiendo en redes sociales y muere. En algunos pacientes esto significa un revés porque sigues a alguien que está pasando por lo mismo que tú. Cuando hay un final fatal, que no quiere decir que no se pueda explicar porque en nuestra sociedad la muerte sigue siendo tabú, hay veces que les afecta”.

No obstante, si una cosa ha quedado clara en todo este tiempo, y cuyo ejemplo dejó Elena Huelva, es que las redes sociales son una forma también de “desahogarse y de tener mucho apoyo”. “Aunque reciben el apoyo de personas que ciertamente no están a su alcance porque realmente no las conocen, esto les proporciona la sensación de que alguien se interesa por ellos y por su proceso”, sigue explicando la experta.

LAS INFLUENCERS, UN APOYO PARA EL CÁNCER

Hilda Silverio es una mujer canaria que sufre cáncer de mama de triple negativo metastásico (CMTNm), el más agresivo y con el peor pronóstico. Ella era una mujer normal y corriente, pero cuando le diagnosticaron esta enfermedad pasó a llamarse influencer. Esto se debe a que desde el primer momento que le dieron el diagnóstico empezó contar su día a día.

Sus últimas publicaciones son de ella en el hospital, y es que ahora mismo no está pasando por una de las mejores partes de su enfermedad. Pero, es una mujer que no se rinde y día tras día actualiza su estado de salud. A ella en concreto, le hace feliz mostrar que pese a tener un cáncer, “vive cada día con una sonrisa” y asegura que “la vida es un regalo cada día”. Gracias a ella, el cáncer ha pasado de ser impronunciable a ser un poco menos tabú en la sociedad. Diariamente recibe comentarios de apoyo, de esperanza y de agradecimientos por toda la visibilidad que da del cáncer.

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