Estos son los diferentes usos médicos que el bótox puede hacer por ti

Para tratar el bruxismo se infiltra bótox en ambos músculos maseteros, consiguiendo así que se relajen y mejore la patología.

Bótox (Foto. Freepik)
Bótox (Foto. Freepik)
Estetic
12 enero 2023 | 10:00 h

La toxina botulínica o bótox es conocida por su uso para reducir la apariencia visual de las arrugas del rostro, pero ¿sabías que tiene múltiples usos?

La doctora Jean Carruthers descubrió en 1987 que el uso de la toxina botulínica en los pacientes que acudían a su consulta buscando una solución a los espasmos que sufrían en la zona de sus ojos, mejoraba además las arrugas del entrecejo y las patas de gallo. Pero, además, se han ido ampliando horizontes y comprobado su utilidad en otros problemas médicos y también estéticos.

En algunas clínicas de cirugía plástica y medicina estética como la de Martin del Yerro, cuentan con un servicio propio de Neuroestética, dirigido por la doctora Cristina Ruíz. Dispone de un equipo de profesionales cualificados y avalados por su experiencia profesional y su formación en el uso y aplicación de esta toxina en el tratamiento estético, así como su uso en otro tipo de patologías como la hiperhidrosis, la rosácea y las cicatrices queloides.

Para tratar el bruxismo se infiltra bótox en ambos músculos maseteros, consiguiendo así que se relajen y mejore la patología

En el caso de la hiperhidrosis, la toxina botulínica ha demostrado disminuir la sudoración en axilas, palmas de las manos y plantas de los pies. La técnica consiste en infiltrarlo en varios puntos de la zona afectada por la sudoración. Estos efectos suelen durar de 6 a 8 meses, dependiendo de la intensidad del caso.

Otra de las dolencias que sufre un alto porcentaje de la población, es el bruxismo, patología muy frecuente en nuestros días. El bruxismo es una contracción involuntaria de los músculos maseteros que conlleva desde el desgaste de las piezas dentarias, a contracturas en el cuello y cefaleas. Para paliar este problema, se infiltra bótox en ambos músculos maseteros, consiguiendo así que se relajen y mejore la patología.

La rosácea es una enfermedad crónica que afecta a la piel, sobre todo al rostro, y en concreto a las mejillas. Aparece enrojecimiento de la zona y a veces incluso granos e inflamación. Para estos casos, el tratamiento de la rosácea suele ser multifactorial; la toxina botulínica es aplicada en pequeñas inyecciones en la zona, demostrando mejorar la patología notablemente.

Respecto a las cicatrices queloideas, que son cicatrices hipertrofiadas y bastante antiestéticas, el tratamiento suele ser algo más complejo, donde se combinan distintas técnicas, y entre ellas, la infiltración de bótox en la cicatriz..

Entre sus múltiples disciplinas, la clínica cuenta con los procedimientos más innovadores para conseguir un resultado natural y satisfactorio, destacando por su maestría y su experiencia en los intervenciones más delicadas y su conocimiento en las últimas técnicas.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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