Los 8 errores que cometes con tu crema solar (como comprarla en el supermercado o elegir mal el FPS)

Crees que elegir bien el protector solar no tiene mucho misterio, pero lo cierto es que llevas haciéndolo mal toda la vida.

Errores que cometes con la protección solar
Errores que cometes con la protección solar
PAULA MONTEALEGRE
3 agosto 2019 | 10:00 h

Crees que te aplicas bien la crema solar y que eliges la correcta. No tiene mucho misterio, ¿no? Compras el protector, lo abres y te lo extiendes. La teoría parece fácil, pero en realidad estás cometiendo errores por no haberte planteando nunca cómo se hace correctamente.

De hecho, según el estudio CinfaSalud sobre la percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección, únicamente el 2,5% de los españoles se aplica correctamente la crema solar, lo que puede contribuir a desarrollar cáncer de piel.

Recuerda que los dos cánceres más comunes de la piel son el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas, los cuales están correlacionados directamente con la acumulación de sol en la piel durante años.

Si quieres curarte en salud y minimizar los riesgos de la exposición al sol, muy atento.

Los ocho errores que cometes con tu crema solar

Desde elegir mal el factor de protección hasta aplicarte poca cantidad o escoger erróneamente la marca son algunos de los fallos que repites cada verano, sin darte cuenta de que tu piel puede correr riesgos. A continuación, los ocho errores más comunes (y peligrosos):

1. Eliges mal el número de FPS

El principal error, y el más extendido, es la elección errónea del factor de protección solar o FPS. Compramos el 20 cuando en realidad necesitamos el 50, y usamos el 15 creyendo que así nos pondremos más morenos.

Para elegir bien el número de FPS primero debes saber qué significa. Para que lo entiendas, un sencillo ejemplo: un español medio tardaría unos 20 minutos en quemarse si no se aplicase ninguna crema. Si se hubiera echado un protector solar de 50, estos 20 minutos se habrían multiplicado por 50. Es decir, esa persona tendría 1.000 minutos de protección.

Así, si estamos muy blancos de piel, deberemos elegir siempre la de 50; y si estamos ya morenos o nuestro tono de piel es oscuro, habremos de usar la de 30, ya que nuestra piel necesita menos protección.

2. Te echas cada mucho tiempo

Si te aplicas el protector solar cada mucho tiempo, su efecto disminuye, sobre todo si te metes al agua. Por ello es importante que reapliques el producto sobre la piel después de cada baño o cada dos horas de exposición al sol.

Si todo esto te marea y eres de los que aguanta al sol menos de media hora porque necesitas refrescarte mucho, no te la juegues y compra una de buena calidad, sobre todo si se trata de proteger a los niños, quienes tienen la piel más delicada. Una de las más vendidas en el mercado es esta de Isdin, que puedes comprar en cualquier farmacia.

3. La compras en el supermercado

En relación al punto anterior, si quieres saborear unos tomates sabrosos y jugosos, los compras en la frutería, ya que los del supermercado no sabes de dónde vienen y, seamos sinceros, saben a la nada más absoluta. Si quieres un champú bueno, que te cuide el cabello y te limpie en profundidad, lo compras en la peluquería o en tiendas especializadas. Pues lo mismo ocurre con el protector solar.

Aunque hay ciertas marcas buenas que puedes adquirir en tu súper de barrio, si quieres un producto de más calidad es mejor que la compres en la farmacia. El precio de las segundas es un pelín más elevado, pero en temas de salud es mejor no jugársela. Las más vendidas en España son de Isdin, Heliocare y Avene.

Ojo, las del súper también protegen, pero no suelen contener antioxidantes ni están enriquecidas con vitaminas buenas para la piel, como la C. “Esto puede ayudar a neutralizar los radicales libres que generan los rayos solares”, asegura el Doctor Mahto. 

“La forma de elaborar una crema que cuesta 3 euros no es la misma que se utiliza para una que cuesta 18. La primera te dará sensación de que funciona pero en realidad se quedará en la capa superficial y no estará pasando las barreras de la piel… no estará cumpliendo por completo su función”, cuenta una farmacéutica a la revista Grazia.  Aunque lo mejor es que preguntes a en la farmacia cuál es mejor para tu tipo de piel y necesidades, aquí tienes una selección de las más vendidas:

4. Te aplicas poca cantidad

Además de todo lo anterior, debes prestar atención a la cantidad de crema que te aplicas. No es lo mismo echarte generosamente por todo el cuerpo que solo aplicar una fina capa, pues la protección no será la misma.

Para hacerlo correctamente debes echarte de 20 a 30 ml de producto por todo el cuerpo y en cada aplicación. Esto es lo mismo que el tamaño de una pelota de ping-pong o que seis cucharaditas de café.

Recuerda que si utilizas menos de 0,75 miligramos por centímetro cuadrado, un FPS 20 podría comportarse como uno del 4, según un estudio publicado en Acta Dermato-Venereologica. Y en esto, lector, no puedes ser tacaño.

5. Te olvidas de zonas del cuerpo

Cuando nos duchamos nos olvidamos de lavarnos (¡siempre!) ciertas partes del cuerpo, como la planta de los pies, y cuando nos echamos crema solar no sucede lo mismo. Nos aplicamos con ahínco en espalda, hombros, tripa... pero se nos olvidan las orejas, el dorso de las manos, las axilas, las ingles y, cómo no, los pies. No te olvides de estas zonas, que los rayos UVA se cuelan por todos lados.

6. No sabes cuándo hay que aplicar la crema solar

Si eliges una crema mediocre, deberías aplicarla mucho antes de exponerte al sol y una vez que estés ya in situ. Si el protector es bueno y de calidad, solo deberás ponértela media hora antes de cada antes de estar bajo el sol y reponerla cada dos horas, como te indicamos en el punto 2 de este tema.

Las cremas de calidad tienen componentes efectivos que protegen la piel desde el minuto uno en el que se aplica la loción, por eso te decíamos lo del punto 3. 

7. Rehúyes de las cremas

A los hombres y a los niños les suele dar más pereza aplicarse las cremas que a las mujeres. Ojo, no es ni feminismo ni machismo, es pura realidad: ellas, por norma general, están más familiarizadas con los cosméticos y suelen ser más proclives a utilizarlos en su día a día, no solo en la playa o piscina.

Si tú, lector, eres de los que solo con pensar en "crema" te entran los mil males porque además de odiar la textura sientes que luego se te queda todo el cuerpo pegajoso, pásate al spray. Estos protectores son mucho más fáciles de aplicar que las clásicas lociones y no dejan ese efecto 'manta' en el cuerpo. Además, es mucho más sencillo aplicar crema en spray a los niños.

Como siempre, es mejor que no te la juegues y que te hagas con uno de farmacia. Te recomendamos este, que es uno de los más exitosos del mercado.

8. Te crees que la sombrilla te protege

Si eres fan de las sombrillas en la playa o de la tumbona a la sombra en la piscina, muy atento: aunque no te esté dando directamente el sol en la piel, es imprescindible que te apliques también protector, ya que, a pesar de que no lo notes, te está penetrando hasta un 35% de radiación solar. Cuidadito.

¿Cuántos de estos errores cometes? 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.