Belén Acero: "El microbioma ya es considerado como un órgano más y hay que cuidarlo"

La alteración de la microbiota puede afectar a otros sistemas así que es muy importante reforzarla con hábitos de vida saludables

Belén Acero, farmacéutica y nutricionista, titular de la Farmacia Avenida América (Foto. Belén Acero)
Belén Acero, farmacéutica y nutricionista, titular de la Farmacia Avenida América (Foto. Belén Acero)
27 marzo 2023 | 10:00 h
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El microbioma humano no es exclusivo del intestino. De hecho, el 50% de las células del cuerpo humano resultan ser células microbianas. Nuestra dermis también está formada por un pequeño ecosistema de bacterias y microorganismos que se alimentan de la piel, donde viven, evolucionan y ayudan a fortalecerla. Por lo tanto, cuidar el microbioma cutáneo es también cuidar de nuestra piel.

La farmacéutica y nutricionista Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida América, nos explica la importancia de cuidar el microbioma, que es único en cada persona y que va cambiando con el tiempo. “Todos nacemos con un microbioma distinto”, señala la farmacéutica, y en su formación influyen condiciones tan relevantes como el tipo de parto, la lactancia, el uso de antibióticos durante los primeros años de nuestra vida o la alimentación que tenga una persona durante sus 1.000 primeros días de vida. Pero Belén Acero recuerda que “a lo largo de los años, nuestra microbiota puede cambiar debido al tipo de alimentación que llevemos, a la toma de medicamentos, a diversas patologías, al estrés al que estemos sometidos, etc.”.

¿CÓMO CUIDAR NUESTRA MICROBIOTA?

La trascendencia de mantener y cuidar el microbioma radica en que tiene una función defensiva y es que este ecosistema “metaboliza residuos alimentarios no digeribles, sintetiza vitaminas (k y B12), sintetiza mucosa y ácidos grasos de cadena corta”. Pero Belén Acero explica, además, que “el eje Sistema Nervioso-Intestino-Piel, que comunica estos sistemas del organismo, hace que un microbioma sano sea fundamental para un buen funcionamiento del organismo a estos niveles”.

“Todos nacemos con un microbioma distinto y a lo largo de los años, nuestra microbiota puede cambiar”

Por lo tanto, un buen cuidado de la microbiota estará marcado una alimentación saludable. La farmacéutica recomienda incluir alimentos ricos en fibra y otros que ayuden a producir butirato (aminoácido de cadena corta), como la cebolla, el ajo, la alcachofa, el plátano o las legumbres. Asimismo, recomienda incorporar otros pre y probióticos tales como el khefir, el yogur, chucrut, o la kombucha. Por el contrario, Belén Acero señala que “sería interesante disminuir el consumo de carnes rojas, grasas saturadas y azúcares. Y aumentar el de polifenoles como el cacao o el aceite de oliva virgen extra” para mantener un buen microbioma.

Malos hábitos de vida como el consumo de tabaco o alcohol están totalmente contraindicados, mientras que un buen descanso y una buena calidad del sueño fortalecerán nuestra microbiota. La farmacéutica nos recuerda que hay factores externos, como el estrés, que pueden perjudicar la salud de nuestro ecosistema de bacterias y microorganismos. La ingesta de algunos medicamentos también pueden modificarlo, como los antibióticos.

¿TENEMOS NUESTRO MICROBIOMA DAÑADO?

El cuerpo suele dar señales cuando algo no va bien y este es el caso del microbioma humano. “El microbioma ya es considerado como un órgano más y hay que cuidarlo”, apunta la especialista, porque “se encuentra en todas aquellas zonas que están expuestas al medioambiente, como la mucosa intestinal, la mucosa respiratoria o la piel”. Por lo tanto, si este sistema se ve alterado, aparecerán diferentes síntomas. Por ejemplo, si hay daños en la microbiótica intestinal, Belén Acero explica que pueden darse hinchazón abdominal y digestiones lentas y pesadas, cambios en la consistencia de las heces, estreñimiento o diarrea.

"Es importante limpiar la piel con productos adecuados, con un pH lo más cercano al fisiológico"

Pero esta alteración puede afectar también a otros sistemas estrechamente relacionados, como el tejido cutáneo. En este caso, se pueden agravar problemas de la piel como la dermatitis atópica, la rosácea o el acné. Así que para mantener sana la microbiota cutánea “es importante limpiar la piel con productos adecuados, con un pH lo más cercano al fisiológico, y que no sean excesivamente agresivos”, señala la farmacéutica.

En el mercado ya existen productos destinados a mejorar y reforzar la microbiota cutánea en base a pre y probióticos con los que podemos prevenir la aparición de estas patologías dado que "alimenarán a los probióticos presentes en la piel, equilibran el microbioma y actúan sobre las bacterias buenas de la epidermis". Belén Acero recomienda no abusar de aquellos productos para la rutina facial que contengan ácidos y retinoides para evitar la sequedad de la piel e irritaciones cutáneas, mientras que sí aconseja usar aquellos formulados con ceramidas o ácido hialurónico.

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